viernes, 22 de marzo de 2013

LIGA EBA | POR UNA CAUSA QUE MERECE LA PENA.


Asier de la Iglesia organiza una rifa de camisetas de ACB y fútbol a beneficio de la Asociación de Esclerosis de Gipuzkoa.

Felipe Reyes colabora con la causa.
Foto:diariovasco.com
Cuando tienes un problema, puedes afrontarlo e intentar avanzar o puedes venirte abajo; puedes lamentarte por tu mala suerte o pensar en las cosas que puedes hacer y en las que puedes ayudar». Es una elección a la que, cada mañana, se enfrenta mucha gente a la que la vida somete a un injusto examen de ganas de luchar. Asier De la Iglesia (Zumarraga, 30 años) tuvo claro qué camino seguiría desde el mismo día en que le diagnosticaron esclerosis múltiple. «La primera pregunta que le hice al médico fue si podía seguir jugando a baloncesto. Me dijo que mientras mi cuerpo me dejase, sí; que mi cuerpo pondrá los límites».

Fue hace alrededor de cinco meses cuando le comunicaron la noticia. «En septiembre, cuando estábamos en pretemporada, empecé a notar la falta de sensibilidad en las piernas y en las manos. De primeras vas al fisio y te dice que igual es un pinzamiento lumbar. Pero pasó un tiempo y se me dormían hasta las rodillas. Fui al neurólogo, me hicieron resonancias... A finales de octubre me dijeron que tengo esclerosis».

Desde aquel día, De la Iglesia se puso manos a la obra. A su día a día añadió sus ganas de trabajar a favor de ADEMGI, la Asociación de Esclerosis Múltiple de Gipuzkoa. «Al ver que están sufriendo los efectos de la crisis, al ver por ejemplo que han tenido que bajar la atención del logopeda, o las sesiones de fisio, se me ocurrió que podía echar una mano. Primero, organizando un partido benéfico en Oñati, que salió muy bien».

En los próximos días pondrá en marcha una nueva iniciativa. «He preparado unas rifas con camisetas de equipos de fútbol y de ACB que hemos conseguido. De la Real, el Athletic, el Valladolid, el Real Madrid... 



Y de basket, del GBC, el Real Madrid, el Cajasol, el Joventut, el Baskonia, Bilbao Basket... También he conseguido la de Ricky Rubio firmada. De muchos equipos. Además, como el patrocinador del Aloña Mendi es Natra Oñati, me van a regalar packs de chocolates para sortear. Mucha gente se ha prestado a ayudar y lo agradezco».

También por mail
Camiseta con la que contribuye el Real Madrid.
«Los boletos se venderán a un euro», señala. El beneficio íntegro irá a parar a la Asociación. Sin apenas esfuerzo económico se puede ayudar a una causa que sin duda merece la pena. «Hay mucha gente que conozco que las va a vender en Donostia, en Oñati, en Zumarraga... También en Madrid o en Barcelona; y muchos bares se han ofrecido a hacerlo. También se venderán en la Asociación». Otra opción para colaborar comprando boletos es contactar con él a través de su mail (santaoes@gmail.com).

Al objetivo económico de la iniciativa se une el de conseguir una mayor familiarización de la gente con esta realidad. «Hay mucha gente que no sabe muy bien lo que es. Algunos se piensan que me voy a morir en tres días. Es una enfermedad dura pero hay que mantener la calma. Siempre digo que hay que estar preparado para lo que pueda pasar pero no preocuparse antes de que pase. A mí no me sirve de nada preocuparme ahora por cómo puedo estar dentro de diez años».

De la Iglesia explica en qué consiste la enfermedad. «Cuando tienes unas anginas, el cuerpo humano las ataca. En este caso, el cuerpo se equivoca, ataca al sistema nervioso central pensando que es una enfermedad y te estropea digamos el cableado eléctrico que va del cerebro al músculo. Si te estropea el cable de la sensibilidad, no sientes. Si te estropea la vista, ves peor... Cada esclerosis es distinta. Algunas no necesitan medicación. En mi caso, empecé a medicarme el domingo. El tratamiento no te cura, pero hace que te den menos brotes y que sean menos fuertes».

Juega en el Oñati de EBA
«Estoy físicamente fastidiadillo pero psicológicamente bien», comenta De la Iglesia, que juega de pívot en el Natra Oñati, que lidera su grupo en la Liga EBA. «Físicamente estoy fastidiadillo porque al final la enfermedad me provoca un cansancio continuo de cintura para abajo. Es como si el día anterior hubiese hecho sentadillas con 150 kilos. Para jugar a baloncesto, tener dormidos desde las rodillas a los pies y desde la mano derecha hasta el codo es bastante incómodo. Lo que me fastidia es que antes me quería retirar muy, muy mayor, aunque fuese en regionales con amigos. Ahora no soy yo el que va a decidir, va a ser mi cuerpo el que me va a retirar».

«Sé que, aunque ahora estoy bien, fuerte, no puedo garantizar que dentro de no sé cuánto no vaya a llegar un día en el que no me pueda levantar», relata. «Ya veremos. Pero yo pienso en cómo estoy ahora y en las cosas que puedo hacer. No voy a estar esperando a lo que me pueda pasar. Cuando tenga un día malo intentaré solucionarlo. Y en los cuatro meses en los que casi nadie sabía que tenía la enfermedad, nadie me ha dicho que me ha encontrado mal o bajo. Nadie se había dado cuenta de nada». Habla con voz fuerte. No ha perdido ni un ápice de su tono alegre. Un ejemplo. Su causa merece la pena.

Artículo: diariovasco.com

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