LOBE HUESCA – FORÇA LLEIDA (74-73).
Johnson disputa un balón con Gatell. Foto:flleida.com |
El partido que ha enfrentado
Fuerça Lleida y Lobe Huesca este viernes seguro que habrá dejado heridas a más
de uno. La lucha por cada balón y los puntos bajo el aro, a base de poder
físico, han marcado un partido igualado hasta el último segundo
(74-73). Una cesta de Costa a cinco segundos para el final dio la victoria
a los locales frente a los más de 70 aficionados leridanos que se han
desplazado hasta Aragón. Abou y Oriola han sido los mejores del encuentro.
Los primeros instantes del
partido han sido trabados por las constantes pérdidas y faltas de ambos conjuntos. Sin
embargo, una vez los jugadores y las dos aficiones han entrado en caliente se
ha visto un gran cuarto. Por encima de todos han destacado Sergi
Pino anotando 10 puntos, seis de ellos desde triple, y los cuatro rebotes
capturados por un bien adaptado Greg Mangano . El Huesca aferraba a
los puntos desde debajo de la canasta desde un buen inicio, pero parecía que no
daba demasiado resultado, ya que marchaban al final del primer periodo
perdiendo por 14-20.
Un buen comienzo de los leridanos
ensanchaba distancias sólo iniciarse el segundo cuarto (17-30). En los
locales les costaba cerrar el rebote y el Fuerça Lleida demostraba tener más
acierto en el tiro. Todo esto ha cambiado gracias a las faltas personales
y los tiros interiores de los aragoneses. Los hombres de Costa conseguían
recortar distancias hasta remontar el partido (33-32) al final de la primera
parte, con un parcial de 15-0 construido desde la defensa. Samuels ,
con 11 puntos era me máximo anotador del encuentro hasta entonces .
El partido se reanudaba tal como
lo habían dejado. Al Lleida le costaba mucho atacar la canasta rival y el
Huesca se mostraba sólido desde la pintura. Además, en los locales los han
entrado dos triples que han significado aire fresco en un partido donde sólo
estaba sumando a base de lucha. Un 54-48 al finalizar el tercer periodo
obligaba a los de la capital del Segrià a remontar el partido.
Aun acercarse, el Fuerza Lleida
no ha alcanzado la meta. El encuentro se ha desatascado a la mitad del
cuarto, cuando Samuels y Krusic han sido eliminados por
cinco faltas. Ha sido entonces
cuando Pino , Calegari yRodríguez desde el perímetro
y Oriola desde la línea de tiros libres han remontado el partido
(72-73). Sin embargo, a falta de cinco segundos para el final, el ex
azulgrana Luis Costa anotó la canasta decisiva (74-73) y el Lobería
Huesca ha acabado llevándose un partido muy igualado.
Ficha técnica
74. Lobería
Huesca: Sánchez (8), Cebular (10), Abou (20), Samuels (13), Krusic
(6)-cinco inicial-Costa (6), Nasarre (4), Lafuente (2), Puki (-) y Gatell (5).
73. Fuerza
Lleida: Simeón (3), Johnson (4), Pino (17), Calegari (13), Orihuela
(14)-cinco inicial-Sutina (), Bandoumel (4), Rodríguez (7), Mangano (8) y Feliu
(3).
Crónica:titulardigital.cat
@ alberts93
FORD BURGOS - BREOGAN
DE LUGO (77-85).
Acción del encuentro de anoche. Foto:Dpt Comunicación CB Atapuerca. |
El equipo burgalés pone fin a su
racha de once victorias consecutivas en un partido en el que Breogan disfrutó
de mayor acierto. Jeff Xavier y Pep Ortega fueron los más destacados con 16
puntos cada uno.
Se esperaba una lucha de poder a
poder. Breogan llegaba con la moral baja tras tres derrotas consecutivas.
Autocid con la suya por las nubes con 11 seguidas. Los gallegos plantearon una
gran defensa llena de variantes que terminaron por desquiciar al equipo.
Una primera parte muy igualada,
dejó muestras de lo que era capaz un equipo y otro. En el tercer periodo los
burgaleses marcaron las diferencias, llegando a disfrutar doce puntos de
ventaja. Los últimos minutos de ese tercer cuarto se vieron algunas
precipitaciones de los locales que permitió a Breogan cerrar el cuarto a sólo
cinco puntos (58-53). En el último periodo las diferencias fueron notables para
los visitantes. Autocid no encontraba la manera de tener regularidad en su
anotación y cuando se acercaban en el marcador, Breogan se sacaba una canasta
imposible como la que anotó Sean Ogirri a falta de 30 segundos, con sólo uno de
posesión y dos hombres defendiéndolo. Esa fue la puntilla de un Breogan Lugo
que en términos generales fue mejor y estuvo más acertado.
El partido.
El ritual de cada partido desde
hace ya muchas jornadas volvió a repetirse como si de un amuleto se tratase.
Andreu Casadevall no varió el quinteto inicial que tan buenos resultados estaba
dando. Dani López, Jeff Xavier, Marcus Vinicius, Jorge García y Luke Sikma. Los
primeros minutos fueron densos para los azulones que estaban sufriendo con la
defensa planteada por Lisardo Gómez, técnico de Breogan (2-6). Las cosas
siguieron por los mismos derroteros. Desde el primer momento se vio que hoy no
iba a ser una velada tranquilar y cómoda como las anteriores. Hoy habría que no
ceder un palmo de terreno si se quería sumar la duodécima victoria consecutiva.
Andreu paró el partido para frenar el avance lucense (6-15). La respuesta fue
la adecuada y los azulones se marcaron un parcial de 8-4, para cerrar
el primer cuarto con un aceptable 14-19 en el marcador.
La gran salida de Autocid en
el segundo cuarto dio la vuelta al marcador (27-19) gracias a un
parcial de inicio de 13-0. De nuevo, Lisardo Gómez paró el partido porque en
casi cinco minutos de cuarto, el marcador visitante había permanecido
inalterable. La reacción lucense llegó gracias a Sean Ogirri que se sacó ocho
puntos de la chistera en un instante. Andreu Casadevall solicitó tiempo muerto
para devolver la confianza a sus hombres (30-27). Por desgracia, la dinámica no
cambió y Breogan siguió mejor, llevándose un parcial de 0-7. Poco tiempo para
la reacción burgalesa que dejó un empate a 36 con el sonido de la
bocina.
El tercer
cuarto comenzó con un gran intercambio de golpes. Si Autocid anotaba,
Breogan también lo hacía. Tres minutos de cuarto y el empate seguía por el 7-7
de parcial (43-43). Los locales supieron deshacer el entuerto a lo grande, con
un 7-1 de parcial. Siguió un inmediato tiempo muerto de Breogan para detener el
avance azulón (52-44). La sangría se frenó y Breogan pudo terminar el cuarto
con vida para los minutos decisivos. El marcador final fue de 58-53.
Sólo cinco puntos separaban a
unos y otros y la batalla estaba en su clímax. Breogan se puso a sólo un punto
(60-59). La defensa celeste estaba siendo su mejor arma, pero llegó Pep Ortega
con un oportuno 2+1. Pero nada mellaba la moral de Breogan y de nuevo los
gallegos empataron el partido (63-63). Parcial de 0-6 visitante que obligaba
aún más a Autocid a no perdonar (63-69). Los burgaleses contestaron pero los
lucenses no se arrugaron (68-75) y Andreu se vio abocado a parar el partido con
un doloroso triple de Winchester. A falta de un minuto la tensión era máxima y
El Plantío ensordecedor (75-77). Sean Ogirri se sacó un triple sobre el reloj
de posesión que dio medio partido a los visitantes. La jugada vino acompañada
de un robo del mismo Ogirri que les dio dos puntos más (77-82). Con 30 segundos
por jugarse el reto era enorme. Autocid no pudo obrar el milagro y la racha de
once victorias seguidas se cerró con un marcador de 77-85.
Parciales: 14-19 / 22-17 /
22-17 / 19-32.
Autocid Ford Burgos: Pep
Ortega (16), Dani López (7), Juan A. Aguilar (3), Jorge García (8), Marcus
Vinicius (10), Alberto Miguel (2), Franco Rocchia (0), Luke Sikma (2), Jeff
Xavier (16), Isaac López (4), Sergio Olmos (9).
Breogan Lugo: Erik Quintela
(0), Sean Ogirri (22), Roeland Schaftenaar (10), Gintaras Leonavicius (13),
Anthony Winchester, Manu Gómez (0), Alejandro Navajas (0), Carlos Cobos (12),
Michel Diouf (14).
Crónica:Ismael del Álamo
Dpt Comunicación CB Atapuerca.
B.C RIVER ANDORRA – LUCENTUM ALICANTE (84-80).
Safford ante la defensa de Bas. Foto:diariandorra.ad |
Viernes de alegría en el
Polideportivo de Andorra. Victoria del River ante un Lucentum Alicante que
se aleja en la clasificación y derrota del Ford Burgos en casa contra el
Breogán.
Los de Joan Peñarroya vuelven a
ser líderes. Y bien que se lo ganaron ayer contra el tercero.
Partido abierto. Muy
abierto. Hasta el final. River y Lucentum no están donde están porque
sí. Tres victorias los separaban, pero, como ya pasó en el partido de ida,
la distancia a la pista entre ellos es mínima. O sea que tocaba currar
para hacer que los pequeños detalles llevaran la victoria final. Y eso es
lo que se vio en los dos primeros cuartos de baloncesto intenso y sin grandes
diferencias. Las personales provocaron un cambio de
protagonistas. Por Lucentum, su mejor hombre, Coppenrath, hacía la tercera
a siete minutos para el descanso, pero la compensación llegó de la mano de Flis
y Hampl, que también marcharon en el banquillo antes de tiempo castigados por
las faltas. Ante este paso atrás obligado aparecieron los otros
protagonistas. Por parte del River un Justin Safford que es el hombre de
las primeras partes. O mejor de los primeros cuartos.
Él es el que
normalmente sale más enchufado de los vestuarios, no necesita
calentarse. 9 puntos en los primeros diez minutos y sólo 2 en los
siguientes. Buena producción, pero insuficiente ante la aportación por
parte alicantina de un Jesús Fernández con planta poco atlética-por decirlo
finamente-pero con experiencia en la
ACB y un acierto inesperado. La defensa del River,
blandita, no supo detener la polivalencia del pivote, capaz de salir a lanzar
de tres sin pudor (2 triples). Al descanso Fernández lideró a los suyos,
que llegaron a los vestuarios con un punto de margen (39-40). El acierto
visitante desde más allá de los 6,75 (cuatro triples) en el segundo cuarto
empeñó Joan Peñarroya, que veía como sus no la metían de lejos ni por fortuna
(1 de 10).
Tras el descanso, los papeles
cambiaron. El River, que no anotaba de tres, clavó cuatro triples, tres
consecutivos, que llevaron a la máxima renta (6 puntos). Coppenrath dejaba
en el banquillo Fernández y comenzaba a recuperar el tiempo perdido en la
anotación. Por River, Flis con la cuarta personal perdía aún más
protagonismo, mientras Safford aguantaba el tipo. 10 minutos para ir a
buscar el desenlace (61-61). Tocaba currar, especialmente en defensa,
donde el River se dedicó con garantías. Intensidad, robos de balón,
tapones ... En ataque, Safford cedió su papel a Marc Blanch. La
ventaja subió a siete puntos, pero el Lucentum no es de soltarse y hasta los
últimos segundos vendió cara la derrota. El Polideportivo rugía al ritmo
de la defensa y nadie recordaba Moncasi, el nuevo fichaje, que no pudo jugar
porque aún no tiene la baja de su ex club, precisamente el
Lucentum. Además, llegaban noticias que el Ford Burgos perdía. La
victoria valía también recuperar el liderazgo, con 4 partidos de ventaja sobre
el tercero. Viernes, Copa.
EL VESTUARIO
"Una victoria más de
prestigio"
Joan Peñarroya. El técnico
del river destacó que su equipo había "sabido sufrir" contra un rival
"con jugadores de gran nivel, que nos ha planteado un partido muy difícil
y complicado. Ellos venían motivados y estamos muy contentos por el
triunfo ". Peñarroya lamentó, eso sí, la primera parte de sus
hombres, especialmente en defensa: "No hemos entendido el nivel de dureza
al principio y hemos permitido un 72% de acierto en tiros de dos. La buena
noticia es que al descanso sólo perdíamos de uno. En la segunda, la
situación ha cambiado y hemos mejorado en defensa y también hemos atacado
mejor. "Sobre el liderazgo, el técnico comentó que" no me supone nada
especial. Debemos valorar nuestra victoria. La liga es muy larga
". Sobre la final de Copa del viernes Peñarroya indicó que
"jugarla es un premio que nos hemos ganado y lucharemos por el primer
título".
Crónica: diariandorra.ad
KNET – OURENSE BALONCESTO (75-71).
Bandeja de Kike Suárez (21p) Foto:larioja.com |
El Knet dio ayer un paso al
frente en su lucha por conseguir ganar los enfrentamientos con el marcador muy
igualado y sacando partido de su mejor rendimiento en los últimos minutos del
encuentro. Hay que añadir que a la dirección habitual de Úriz y Arévalo se unió
ayer la excelente actuación de un Quique Suárez que vino a salir al rescate del
equipo en cada momento en que pareció que empezaban a aparecer agujeros en su
línea de flotación.
Porque el Ourense no fue ayer el
equipo que estaba dando una imagen negativa al inicio de la temporada, saliendo
desde el principio muy enchufado, buscando a sus hombres claves para ir
anotando puntos e intentar sacar del partido al rival, con una defensa muy
dura, en la que se aprovechaban de la parsimonia arbitral para no señalar las
faltas que cometían.
Cuando se pusieron 14-22 en el
primer cuarto, empezó el trabajo de zapa de Suárez, anotando y dando
asistencias, de las que se aprovechaban tanto Úriz como Busma. Fue el madrileño
quien aguantó el marcador en el segundo cuarto, cuando los gallegos pudieron
hacer mucho hueco, pero en el que empezaron a fallar canastas incluso fáciles.
Por contra, en el Knet, en un día
en el que Galarreta estuvo excesivamente fallón en su mejor arma, el
lanzamiento de tres, sus compañeros la ayudaron metiéndose en el partido con
más fuerza si cabe, para conseguir mantener la igualdad en el marcador.
La pintura fue riojana
Tras el descanso, el equipo
riojano decidió que el balón en las zonas iba a ser suyo y empezaron a robar,
rebotear y anotar bajo canasta los Busma, Serna y Mesa, aunque los colegiados
permitían demasiados contactos y defensas irregulares de los visitantes.
Busma terminó sangrando, Serna
tuvo que aplicarse hielo en la cara, Mesa recibió estopa cada vez que entraba a
canasta, sin que sonara el 'chiflo' de los directores de la contienda.
Aun así, el equipo riojano había
dejado ver que podía mantener su ventaja, incluso cuando era exigua. De hecho,
cuando se puso diez puntos arriba en el inicio del último cuarto, sufrió un
vendaval de anotación orensana, que puso el luminoso en un peligroso 66-65, que
hacía pensar en los fantasmas que están acribillando al equipo en los últimos
minutos de cada partido.
Sin embargo, en esta ocasión,
tanto Suárez como Úriz, en los últimos instantes, tuvieron la sangre fría para
mantener la ventaja e incluso aumentarla para dejar sentenciado el choque a
base de tiros libres. Un final feliz tan merecido como necesario para los
riojanos.
Crónica:larioja.com
PALENCIA BALONCESTO – PLANASA NAVARRA (86-80).
Starosta rodeado por tres jugadores del Palencia. Foto:diariopalentino.es |
Décima victoria de la temporada
para el Palencia Baloncesto, que se asienta en la cuarta plaza (empatado con el
Lucentum, tercero) gracias a un encuentro en el que tuvo dos caras, la mejor
tras el descanso, donde le dio la vuelta al marcador y a su imagen ante un
correoso Planasa Navarra.
El equipo palentino comenzaba
frío el encuentro, intimidado de salida por la presencia de Ondrej Starosta y
abusando del lanzamiento lejano y de media distancia, en lugar de correr al
contraataque. No utilizaba su velocidad y en el ataque estático, con la defensa
Navarra formada, no era capaz de encontrar la fluidez necesaria para anotar.
Chris Mortellaro sumaba los
primeros puntos palentinos y durante los primeros minutos, con un 2+1 de Urko
Otegui y un triple de Alfredo Ott, los de Natxo Lezkano mandaban 12-9. Aunque
hasta el final del primer periodo el Planasa Navarra se puso por delante para
terminar 18-21.
Llegaba el segundo parcial, de
nuevo sin ritmo ni demasiadas ideas del equipo palentino, con Starosta sumando
(15 puntos al descanso) a su antojo y el apoyo anotador de Iñaki Narros (que se
unía al checo para sumar cinco puntos en el segundo periodo).
Así, los de Ángel González Jareño
adquirían rentas cada vez mayores hasta alcanzar la máxima en los instantes
finales del periodo con el triple de Iñaki Narros (30-39 al descanso),
contestando a la segunda canasta de Quique Garrido en su reaparición.
En el regreso al encuentro (en el
que no jugó, ni siquiera efectuó la rueda de calentamiento, Geoff McDermott)
los morados encajaron un triple inicial (Narros, 30-42) y, tras el posterior
32-44 (del omnipresente Starosta que, sin descanso, se iría diluyendo
físicamente a medida que avanzaba la segunda mitad del choque) y el último
triple navarro de Stu Douglas (34-47, máxima renta visitante), la desventaja
local empezaría a menguar.
Tres canastas consecutivas de
Mortellaro, Urko y Carles Bravo (que se estrenaba con el 40-47) obligaban al
técnico navarro a detener el encuentro a 5’57’’. Pero el equipo palentino había
iniciado ya su reacción y, con cuatro triples en esos seis minutos (en los que
solo permitió a su rival tres canastas en juego y dos tiros libres), giraba
completamente el signo del encuentro para terminar 56-55 (26-16 en el tercer
cuarto y un parcial dentro de él de 22-8).
Ahora sí defendía, con buenas
ayudas sobre Starosta, cerrando las vías de pase y solo los lanzamientos
exteriores de Narros y Vaidotas Volkus sostenían a los navarros.
Liderados por un magnífico
Garrido (anotó siete puntos en los tres primeros minutos del periodo), los
locales se situaron 67-62. Siempre mandaron hasta el final, logrando otros 19
puntos en los siete minutos que faltaban, en un cuarto periodo en el que Janis
Porzingis, que hasta entonces no había anotado, lograba 13 puntos. El Planasa
lo intentó hasta el final, pero el triunfo se quedaba en un entregado Pabellón.
Crónica: diariopalentino.es
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