jueves, 26 de julio de 2012

LEB PLATA | ADIÓS A TODO UN CLÁSICO.. RUBÉN SUÁREZ DEJA OVIEDO.

Rubén Suárez con la elástica del Oviedo.
Foto:lne.es
26/07/2012 | A Rubén Suárez le cuesta hacerse a la idea de que la próxima temporada no compartirá vestuario con sus compañeros del Oviedo Baloncesto. El base gijonés, de 34 años, gasta el tiempo que le queda antes de coger las maletas para irse a Suecia buscando un equipo en el país nórdico. Y es que sabe que la mejor forma de adaptarse a la nueva vida que le espera es jugando al baloncesto.

Con Suárez se va, además de un compañero querido por todos los que han jugado a su lado, uno de los protagonistas de algunos de los mejores momentos del Gijón y un líder indiscutible de estos primeros años del Oviedo. Formado en el Grupo, Suárez comenzó a jugar con el primer equipo del Gijón (el Grupo era filial en aquella época) a los 18 años. Vivió el ascenso de EBA a ACB de la temporada 1998-99.

Tras un breve periplo fuera de casa, durante el que jugó en Guadalajara y Castellón, Suárez ha encadenado diez temporadas seguidas como profesional en Asturias. Siete de ellas en Gijón y, tras su desaparición, tres en el Oviedo. «Sinceramente no soy consciente de que dejo el baloncesto español. Hasta que no pase más tiempo... Sé que sí, que me voy, pero no me hago a la idea. Lo malo es que no me siento mal. Me fastidia porque estaba muy a gusto en el Oviedo y no me imaginaba que de pronto iba a tener que dejarlo», se lamenta.
Suárez sabe que echará de menos «el vestuario. 

Convivir día a día con los compañeros, involucrarte con ellos en un mismo objetivo...». Unos vestuarios que ha compartido con gente como Scola, Tomás Jofresa, Lou Roe, Javier Rodríguez, Ian O'Leary, Adrián y Héctor Macía...


Curiosamente alguien que ha logrado un ascenso a ACB tiene en un lugar especial de su memoria un éxito más modesto: «Con el Oviedo el mejor año fue el ascenso a Plata. Éramos un equipo muy unido y cuando vinieron momentos malos se demostró. El colofón de ascender fue algo que guardaré siempre en mi memoria con un cariño enorme». También los hubo malos y entre ellos destaca el año en que el Gijón expiró: «Un momento muy difícil fue la desaparición del Gijón. Primero en el descenso de Oro a Plata, que no pude participar en el "play-off". Estaba lesionado y ver desde el banquillo, en un pabellón con 6.000 personas, cómo bajaba el equipo fue muy duro. Y un año después, la desaparición. Yo soñaba desde pequeño con jugar en el Gijón y lo conseguí. Lograr mi objetivo y ver cómo el equipo desaparece después de haber jugado en él once de las 26 temporada de su historia...».

Noticia:lne.es

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