Artículo publicado en el periódico
universitario Octava Planta de Valladolid
Foto:Feb.es |
La crisis económica no es sólo un problema que
afecta al baloncesto español, sino al deporte en general.
Centrándonos en el baloncesto, y teniendo en
cuenta que la ACB no forma parte de la FEB, los clubes apenas pueden pagar sus
compromisos en las ligas Adecco que difícilmente mantienen a jugadores
mileuristas, que cobran tarde, mal o nunca, con clubes arruinados y sin una
estructura sólida que les respalde para conseguir unos míseros eurillos de
ingresos. Nos encontramos con equipos que o bien no terminarán esta temporada
la competición, o bien desaparecerán en la siguiente. Incluso equipos que van
bien, no se sabe si podrán ascender a la ACB ya sea por falta de pabellón o por
apoyos económicos insuficientes. Así que el panorama es desolador, y ahora
mismo cuesta mucho pensar que esto vaya a ir mejor con el sistema y la
situación social actual. No todo es culpa de la Federación, porque los
presupuestos de los equipos no los hacen ellos, pero está claro que licencias,
sanciones, cuotas de inscripción etc... que en total fluctúan, por temporada,
entre 90.000 y 110.000 euros, no se adaptan a la realidad en que vivimos.
La crisis económica no remite y amenaza con
dejar muy toca- do al baloncesto nacional. Hace dos temporadas, la FEB se vio
obligada a reestructurar sus competiciones y olvidarse de los ascensos y
descensos para admitir a los equipos que simple- mente podían pagar la
inscripción. En los últimos años (cuando aún existía la LEB Bronce), se han
perdido unos 30 clubes en el camino.
Los equipos no tienen dinero y el impago no se
castiga durante la temporada puesto que aún así, se les permite fichar. Después
está el tema de los jugadores que, con los nervios y engañados por la ilusión,
se regalan a un precio que no se ajusta para nada con su valía.
A pesar de ello, fuentes de la Federación
afirman que “los clubes se están adaptando a su disponibilidad de ingresos y su
situación económica es menos preocupante”, pero la opinión de los afectados y
responsables de los clubes, es muy distinta.
Contamos con la opinión sobre el tema de tres
personas muy inmiscuidas en el mundo del básquet.
Ningún sector es inmune a la actual crisis
económica, si bien es cierto que a unos les afecta de una forma más agresiva
que a otros. En el caso del baloncesto, concretamente de las competiciones FEB,
el efecto de la crisis se agudiza de una forma previsible y de difícil
solución. Hay que tener en cuenta que, aunque hablamos de ligas profesionales,
estas competiciones se sustentan económicamente de las ayudas y que tener un
equipo no es ningún negocio sino más bien una carga (en lo económico), coste
que siempre se ha
podido considerar como una inversión más que
un gasto por las repercusiones sociales que tiene el deporte.
Y digo que es previsible y de difícil solución
porque los equipos confeccionan sus presupuestos en base a unos ingresos
sustentados en tres patas: A) Aportación de
socios y aficionados a través de los abonos de temporada y las taquillas de
cada encuentro; B) Publicidad y patrocinios de las empresas privadas; C)
Patrocinios y subvenciones de organismos públicos (ayuntamientos, diputaciones,
autonomías, etc).
Desde comienzos de la crisis, los ingresos por
los tres conceptos se han reducido temporada tras temporada y de ahí el
calificativo de previsible de las consecuencias de la situación actual sobre el
baloncesto (extensible a la mayoría de los deportes). También de difícil
solución porque, por desgracia para todos, no se atisba el fin de la pésima
situación de la economía con lo que los ingresos seguirán disminuyendo como
disminuye la arena del cono superior de un reloj de arena si nadie le da la
vuelta.
En función del presupuesto que cada club
consigue se confecciona el capítulo de gastos, donde volvemos a contar con tres
puntos fundamentales: A) Gastos de personal, incluyendo personal técnico,
jugadores y administración; B) Derechos federativos y de arbitraje; C) Gastos
de desplazamiento.
Los costes de inscripción en la Federación y
los derechos de arbitraje se mantienen prácticamente inamovibles a pesar de la
crisis, demostrando la FEB una escasa, si no nula, sensibilidad con los que se
esfuerzan desde abajo para que estas competiciones sigan existiendo. Esto hace
que las directivas tengan que apurar con los desplazamientos, viajando en el
mismo día del partido siempre que sea posible, en detrimento de la calidad del
juego ya que los jugadores llegan cansados después de hasta seis horas de
viaje. Y el resto del presupuesto disponible una vez descontados los dos
capítulos mencionados anteriormente se destina a pequeños gastos más o menos
variables y a la confección del equipo propiamente dicho. Creo que no es
necesario explicar que los jugadores son los grandes perjudicados de esta
situación, ya que han visto disminuidos sus ingresos hasta en un
60% respecto a temporadas anteriores.
Todo ello redunda, en definitiva, en la
calidad de las competiciones que han visto mermado de una forma escandalosa el
número de equipos en competición. Y el aficionado lo sabe y a pesar de ello hay
que intentar que no abandone su afición, que es el cimiento sin el cual no
sería posible que siguiéramos disfrutan- do de este deporte.
Desde mi punto de vista el principal motivo por
el que la crisis económica está afectando a las competiciones Adecco es la
reducción de manera considerable del número de equipos que anteriormente la
disputaban.
Desde el año 2008, fecha en que se creó la ya
desaparecida LEB Bronce, hasta la actualidad han sido más del 50% de equipos
los que han visto cómo han tenido que ir renunciado a la disputa de las
distintas ligas por la imposibilidad económica de cubrir el presupuesto. Si
esto lo traducimos en número de contrataciones que cada equipo hacía a lo largo
de un año, son muchos los jugadores y entrenadores que han ido perdiendo las
posibilidades de realizar su profesión.
Uno de los principales "problemas"
que estamos pudiendo sufrir es la planificación de la temporada. En estos
últimos años es muy tarde, casi justo con el inicio de la pretemporada, cuando
podemos empezar a conocer el presupuesto que se puede destinar a la confección
de la plantilla, y por lo tanto a la contratación de jugadores, entrenadores,
etc. En años anteriores la planificación se comenzaba mucho más temprano,
incluso antes de finalizar la temporada actual. Este retraso conlleva realizar
unas pretemporadas más cortas (sólo de 4 semanas) y también tener una mayor
dificultad a la hora de construir un modelo de juego con tan poco tiempo antes
del inicio de la competición.
Sobre las tasas federativas quizá no sea la
persona más adecuada para poder hablar de ello ya que desconozco con exactitud
la cuantía de las mismas. Lo que sí es cierto es que las directivas de los
distintos clubes (en su gran mayoría) se han quejado en numerosas ocasiones de
la cantidad que tienen que depositar para poder inscribirse, y que esto supone
un porcentaje muy alto del presupuesto con el que cuentan hoy en día para
afrontar una temporada. Supongo que tanto clubes como federación estarán
intentando encontrar la mejor vía de solución para que así, cada vez sean menos
los equipos que se vean afectados por tan delicada situación.
En cuanto al nivel de las distintas
competiciones es cierto que estas últimas temporadas los clubes están viéndose
obligados cada vez más a ajustar sus presupuestos, y por lo tanto, quizá la
oferta que se ofrece al público haya podido disminuir. Es posible que la
llegada de jugadores extracomunitarios se haya visto reducida debido a que ya
no encuentran en España una de las mejores ofertas para jugar, al mismo tiempo
que cumplían sus necesidades económicas.
La crisis económica está afectando mucho a
nivel deportivo en todos los ámbitos. Aunque centrándonos en el baloncesto, que
es mi especialidad y donde me voy formando cada día, pienso
que
afecta sobre todo en la parte económica de los clubes. Cuesta encontrar sponsors,
empresas, y personas que quieran invertir en un proyecto de baloncesto que cada
vez está más caro. La FEB no es consciente de que existe una crisis a nivel
mundial, y no intenta bajar los presupuestos ni los avales a pagar para
inscribir un equipo en las categorías Adecco.
Una justa reducción de estos gastos para los
clubes, supondría un mayor beneficio para la FEB, ya que saldrían más equipos y
todos los jugadores contarían con trabajo. ¿Qué pasa? Que al salir tan pocos
equipos, quedan muchos jugadores fuera de lo que es la competición Adecco, y lo
malo es que tienen
nivel para estar allí, lo que hace que los
jugadores se vayan a ligas extranjeras y bajen de categoría para jugar,
quitándoles las ganas y la capacidad de proyección que habían conseguido hasta
ahora.
Todo esto implica que los jugadores, como yo,
hemos tenido muchas dificultades este año para encontrar equipos y
representantes que te quieran llevar por la siguiente razón: un jugador da sus
servicios a un club, por lo que tiene que ser remunerado al considerarse un
trabajo continuo y tener que entrenarte con otra gente para lograr un objetivo
colectivo e individual. A todo eso se le suma el presupuesto del club que es
bajo y opta por coger a gente de casa y de la cantera, que al tener un nivel un
poco menor, se ajusta a los presupuestos establecidos sin que los clubes tengan
que gastarse el dinero en jugadores de fuera que, al fin y al cabo, es un gasto
muy superior, pese a que deportiva- mente los equipos no aspiren a tanto. Igual
pasa con los representantes que, al cobrar un 10% o un 15% de lo que cobra el
jugador, no les interesa un jugador que cobre un salario mínimo porque buscarán
ganar más con los que sí que pueden llegar a cobrar un sueldo compatible.
Para concluir con todo esto, es obvio que las
categorías LEB, han disminuido su nivel por todos esos temas que he comentado,
pero espero que en un futuro cercano eso se arregle, consigamos entre todos
unas ligas competitivas y de nivel donde todo jugador tenga su lugar y poder
hacer una liga larga, de muchos equipos, para así no estar tan parados los
meses de verano, que han llegado a ser hasta 5 meses, y eso para un jugador es
mucho tiempo, provocando la pérdida de su forma y la capacidad de competir. Por
ello, en verano nos vemos obligados a buscar otros trabajos, tales como campus,
escuelas de verano como monitor (lo que hago yo) u otras actividades para poder
sacar algo de dinero para nosotros y nuestras familias.
Para
finalizar, me gustaría agradecer la colaboración en este artículo de
extraordinarios jugadores con una gran experiencia en las ligas Adecco incluso
en la ACB, como son CARLOS CANALS y JOSE BALMÓN así como la opinión manifestada
por los tres protagonistas de este artículo, destacando a JOAN FANER, que se
sitúa en el puesto nº 1 como recuperador de balones tanto de la LEB Plata como
de la LEB Oro.
Fuente:cbplasencia-ambroz.com
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