sábado, 6 de octubre de 2012

ADECCO ORO | CRÓNICAS JORNADA 1, SIN SORPRESAS (I)


FORÇA LLEIDA – FORD BURGOS (52-67)

Olmos anotó 13p y capturó 6 rebotes.
Foto:Dpt Comunicación CB Atapuerca
La Adecco Oro no ha podido empezar mejor para Autocid Ford Burgos. Los hombres de Andreu Casadevall se llevaron el primer compromiso con un contundente en el marcador ante un rival de peso. El inicio de partido fue muy igualado, aunque pronto Lleida se puso por delante en el marcador. Autocid sufrió para seguir el acierto anotador de los ilerdenses. El ritmo era para los locales, pero los azulones consiguieron llegar al descanso con una diferencia mínima (29-27). El control de los visitantes no cesó y en la segunda mitad del partido Autocid metió la directa y consiguió equilibrar un gran ataque con una sobresaliente defensa para llevarse el partido con un contundente 52-67 en el marcador.

El partido.

Se inició la primera jornada de liga en el Pabellón Barris Nord de Lleida ante un gran número de aficionados. Andreu Casadevall plantó a Dani López, Alberto Miguel, Marcus Vinicius, Pep Ortega y Luke Sikma como quinteto titular. Los azulones se saltaron las presentaciones y fueron rápidamente a por el partido Marcus Vinicius con un tiro libre fue el primero en inaugurar el marcador. Al brasileño se le sumaron Pep Ortega y Luke Sikma para marcarse un parcial de 0-5. Por el lado catalán Sergi Pino estrenó el tanteo de Força Lleida. Los hombres de Joaquín Prado contestaron con un parcial de 6-0 que les condujo a la primera ventaja en el partido (10-8). Por desgracia para los burgaleses, la dinámica ilerdense continuó y se intensificó en el ecuador del primer cuarto (17-11). Autocid Ford Burgos lo intentó sin mucho acierto y llegó al final del primer cuarto sin dejar que se ampliasen
las diferencias (19-14).

El segundo asalto se inició renqueante por parte de ambos conjuntos que no encontraban canasta. Superados los tres minutos de cuarto, el parcial era únicamente de 2-3 (21-17). Los minutos corrían y Lleida sufrían un estancamiento enorme en ataque. Costaba sumar, transcurridos seis minutos de cuarto un pobre 23-19 en el luminoso que hablaba muy bien de las defensas que estaban planteando ambos conjuntos. Los locales consiguieron hilvanar un par de buenos ataque y consiguieron algo de oxígeno, justo antes de que Andreu Casadevall solicitase tiempo muerto (27-20). La reanudación trajo un favorable 2-7 para llegar al descanso del partido con un igualado 29-27.

La salida de vestuarios le sentó muy bien a los burgaleses que se fueron imponiendo, hasta igualar el partido a 32 puntos. De hecho, los hombres de Casadevall no se conformaron y se situaron de nuevo por delante en el marcador, tras el inicio de partido, con un buen parcial inicial de 3-7 (32-34). Los azulones impusieron su ritmo y consiguieron una ventaja de cinco puntos (36-41), con cinco minutos de tercer cuarto jugados. Joaquín Prado paró el partido con un tiempo muerto estéril a los efectos, pues los azulones siguieron disfrutando de su mejor racha del partido (36-45). La embestida burgalesa fue controlada de alguna manera por los ilerdenses en el final del tercer cuarto, 39-49.

El último y definitivo cuarto comenzó con una canasta de Dani Rodríguez para reducir los diez puntos de diferencia y devolver la esperanza al Barris Nord. Autocid Ford Burgos no quería despertar a la parroquia local y devolvieron la canasta con creces. Un parcial de 2-9 para dejar el partido visto para sentencia (41-58) a falta de cinco minutos para el bocinazo final. En ese momento, sólo había que administrar las ventajas, dar descanso a los jugadores más cargados y disfrutar de la que sería la primera victoria de la temporada en una pista tan complicada como la de Barris Nord. Al final el marcador fue de 52-67.
Parciales: 19-14 / 10-13 / 10-22 / 23-18.
Força Lleida Club Esportiu: Marc Rubin (0), Juan Pablo Sutina (0), William Johnson (14), Djimadoum Bandoumel (5), Dani Rodríguez (4), José Simeon (3), Sergi Pino (4), Pierre Oriola (2), Alex Thompson (8), Dominic Calegari (5), Miquel Feliú (7).
Autocid Ford Burgos: Pep Ortega (8), Jorge García (6), Alberto Miguel (6), Dani López (2), Sergio Olmos (13), Luke Sikma (11), Marcus Vinicius (8), Juan A. Aguilar (10), Jeff Xavier (3), Isaac López (0).
Crónica:baloncestoatapuerca.es

LOBE HUESCA – BC RIVER ANDORRA (81-82)
Flis intenta taponar a Eric Sánchez
Foto:elperiodicandorra.ad
El debut en una competición como LEB Oro, puro espectáculo-cheer-leaders incluidas en el menú-, pura magia en la cancha-lucha e intensidad máxima-, fue duro para un River Andorra que supo sufrir. Tanto, que la montaña rusa en que se convirtió el duelo, con igualdad, dominio alterno posterior, caos intermedio y un final de infarto, acabó con todos agotado y el resultado sólo a favor de unos, los andorranos, que suman una primera victoria magistral por lo que significa moralmente empezar con triunfo, y fuera de casa.
El primer cuarto la cara del River era de concentración, de saber lo que tenía que hacer frente a un rival algo desconocido-como todos en este inicio de liga-, es decir, su juego. Y en eso la defensa y el rebote tenían mucho que decir, porque el conjunto andorrano gestionaba bastante bien desde atrás, aunque en ataque no había el acierto deseado. Era el bloque local el que dominaba el marcador con ventajas cortos, eso sí, pero con sensación de no dejar escapar un ataque, aunque la defensa se esforzaba. Las cosas parecía que deberían cambiar, y poco a poco esto se fue viendo, con la fuerza a la pintura de bandera: Hampl y Flis batallaban buena cosa. El resultado se fue equilibrando hasta el final del primer cuarto, con iguales a 22 después de que el River incluso se pusiera por delante por un momento (19-22).
El segundo cuarto fue de más a menos. Los andorranos comenzaron con canasta de Flis y mandando 22-24, pero los españoles reaccionaron y el rebote defensivo comenzó a hacer agua. El 31-30 hizo perder los nervios en Peñarroya, que pidió un tiempo muerto a gritos y abroncó sus por lo que acababa de ver. Los fantasmas del rebote se volvían.
El tiempo muerto, pero, en lugar de permitir un cambio, se quedó en la nada porque la precipitación en ataque del River era evidente. Aunque Safford arriesgaba y acertaba (9 puntos al descanso, al igual que Blanch, por 8 de Maresch), el partido entraba en una dinámica de nervios que no parecía la mejor. El Lobe lo aprovechó y ponía la quinta marcha hasta el 43-36 que el River redujo a 43-39 al descanso. Con todo, los números cantaban: 11 rebotes defensivos de los andorranos, 16 de los locales.
El tercer cuarto arrancó con un triple de Maresch (43-42) y esto animó a los de Peñaroya. El Lobería mantenía el ritmo (48-47), mientras el River empezó a carburar: triple de Dani Pérez (51-56), y después las bombas de Safford, que en dos ocasiones consecutivas hizo mucho daño (56 a 59 , 58-62), fiesta a la que se añadió un Blanch ayer pletórico (12 puntos en total), por poner un 58-65 impensable hacía no demasiado.
Así el River siguió con su ritmo de inercia positiva tras la incertidumbre de antes del descanso que había dejado aquel mal sabor, y fue sumando hasta cerrar el tercer cuarto 60-69. La cosa no se quedó ahí, porque en el último cuarto el River conseguía la máxima ventaja, 12 por encima (60-72) gracias a un triple de Schreiner (11 puntos, 8 rebotes defensivos, 20 de valoración, el mejor del river).
Los locales no les quedaba otra que reaccionar, y llegó el cambio. Puki avisaba de tres (75-79), y Costa ponía el 79-81 ...y llegó el empate. El público espoleaba, los árbitros complicaban la situación porque animaban la grada, muy sensible al final, como siempre que un equipo va por debajo, y en un final dramático el error local en ataque dejó el balón en manos andorranas después de que Maresch hiciera un tiro libre. 81-82 y primera victoria de la temporada.
«Las victorias son muy complicadas en esta liga", dijo Peñarroya al final. Nos debe servir para mejorar porque les hemos dado vida en el segundo cuarto. En los últimos cinco minutos, a partir de la técnica del Hampl, hemos tomado malas decisiones, y ha sido un cara a cruz ».
Crónica:elperiodicandorra.ad

CLUB MELILLA BALONCESTO – CÁCERES CIUDAD DE BALONCESTO (95-78)
Marco penetrando a canasta.
Foto:melillahoy.es
El Melilla Baloncesto ha comenzado con victoria, ganando con autoridad al Cáceres Ciudad del Baloncesto. Los debutantes Castro y Sánchez jugaron un excelente primer partido como azulones.
El Melilla Baloncesto venció con comodidad por 95-78, gracias una buena segunda parte, al Cáceres Ciudad del Baloncesto en la primera jornada de la Adecco Oro, un debut en el que Francis Sánchez y Jesús Castro, dos de sus fichajes del equipo local, impulsaron el juego ofensivo, y que Héctor Manzano sentenció con tres triples consecutivos.
El partido comenzó igualado y con los típicos errores de las primeras jornadas. El calor reinante en la pista del Javier Imbroda tenia extenuados a los jugadores, especialmente a los cacereños que tuvieron que realizar un triple cambio a mediados de cuarto. Con los cambios los melillenses ni mucho menos se resintieron sino que aumentaron la ventaja hasta dejarla en diez puntos tras una gran penetración de Jesús Castro. Ventaja que quedaría en tan sólo seis puntos al final de primer cuarto (27-21) tras varios errores consecutivos de los melillenses en ataque que aprovecharon los de Frade.
Esa inercia, unida a una presión asfixiante de los verdinegro, de blanco en esta ocasión, concluían en varias recuperaciones. Una de ellas la aprovecharía Richard Nguema para empatar el encuentro. El desconcierto reinaba en el ataque melillense y un espectacular mate de Ashaolu ponía a los extremeños por delante en el encuentro (30-32) cuando apenas habían transcurrido tres minutos del segundo cuarto.
Con Cáceres Ciudad del Baloncesto por delante en el marcador durante algunos minutos, el base canterano José Antonio Medina cometía una falta antideportiva sobre Marco a 4:08 para el descanso que cambió de nuevo el signo del partido.
Un parcial 13-2 en apenas dos minutos de juego devolvió un colchón de diez puntos al equipo de García de Vitoria. Diferencia que se mantuvo en el marcador, 52 – 42, resultado con el que ambos equipos se marchaban a vestuario.
Los cacereños salieron como motos tras el descanso con un parcial de cinco puntos que se encargaría de devolver José Amador con una penetración y un triple. Melilla Baloncesto se coloca de nuevo en zona y es cuando más rédito saca (59-51, min. 24) en unos minutos donde los dos equipos se mostraron muy imprecisos y con numerosos errores, especialmente en ataque.
Manzano con un triple frontal al capturar su propio rebote tras haber fallado dos tiros libres de manera consecutiva ponía fin al tercer cuarto 74-69.
Cáceres Ciudad del Baloncesto intento acercarse a los azulones y cuando más atascado estaba en el equipo en ataque emergió la figura del cañonero Francis Sánchez. Dos triples suyos, de esos con marca registrada, pusieron tierra de por medio (82-69, min 33). A la fiesta del 6.75 se unió Héctor Manzano con otros dos triples que mataron el encuentro a favor de los melillenses. Al final victoria clara de Melilla Baloncesto 95-78 ante un Cáceres Ciudad del Baloncesto que no lo puso nada fácil.
Ficha Técnica:
95 – Melilla Baloncesto: Riera(0), Castro(19), Sánchez(22), Amador(9) y Wachsmann(15) – cinco inicial – Frost(6), Manzano(14), Almazan(0), Pakamanis(4), Romero(0)
78 – Cáceres Cdad. del Baloncesto: Van Oostrum(8), Robles(14), Peña(6), Ashaolu(13) y Morentin(10) – cinco inicial – Medina(0), Duinker(7), Lopez(13), Nguema(4), Lorenzo(0), Hobbs(0)
Crónica:clubmelillabaloncesto.es

CLUB OURENSE BALONCESTO – PALENCIA BALONCESTO (68-93)
Forcada defendido por Rai López.
Foto:palenciabasket.com
El Palencia comenzó la temporada con una contundente victoria en Ourense en un partido muy completo en el que hizo gala de una notable efectividad, pasó como un ciclón y dejó muy buenas sensaciones.


Comenzó el partido muy igualado, con alternancias en ataque y equilibrio en el marcador, mínimas ventajas y un Palencia que aguantaba los envites locales. Se puso por delante el Palencia varias veces, pero con rentas mínimas hasta que en la recta final del primer cuarto cogió distancia gracias a su acierto ofensivo con Bravo y Forcada asumiendo protagonismo. El Ourense se fue diluyendo y el Palencia lo aprovechó para alcanzar una renta de 11 puntos con los que cerró el primer cuarto.

Salió enrabietado el Ourense en el segundo pero su triple inicial no intimidó a los palentinos, que respondieron con uno de Zamora para mantener la hegemonía. Se entró en unos minutos de imprecisiones donde la ansiedad de los locales era contrarrestada por la eficacia de los de Lezkano. El juego era del Palencia, más compacto que un rival que solo respondía en acciones aisladas, con Barbour como jugador determinante. Al Palencia no le tembló el pulso y no bajó su ritmo ante las canastas de un Ourense cuyo técnico pedía tiempo muerto a casi tres minutos del descanso, con los de Lezkano mandando 32-45 (gracias a un 5-16, con dos triples de Bravo y Garrido) que despejaba cualquier duda. Zamora y Garrido eran los mejores anotadores palentinos.

McDermott y Tveidt añadieron dos nuevas canastas en el primer minuto de la reanudación y un triple de Garrido puso 20 puntos de diferencia y motivó un tiempo muerto gallego. No sirvió de nada porque el Palencia seguía su implacable ejecución de un rival que se descomponía. Y otra vez Garrido y Tveidt sumaban cinco puntos para desangrar a los locales (que tiraban la toalla tras encajar un 0-12). El acierto de Garrido era notable y una nueva canasta le erigía en el verdugo de un Ourense sin respuesta. Cinco puntos seguidos de Barbour fueron la tímida réplica de un Ourense que intentaba que el marcador no fuera tan humillante, jugando un baloncesto atolondrado y vertiginoso que no hacía más que acentuar sus errores. El Palencia, además, se movía en unos registros estadísticos sobresalientes e invalidaba todo lo que hacía su rival, que lograba bajar de los 20 puntos, hasta que un triple de Fornas ponía otra vez la misma distancia. Barbour seguía haciendo su partido y el estadounidense, individualista, resolvía casi todas las jugadas de ataque de su equipo ante la apatía de sus compañeros.

El último cuarto resultó un trámite pero a pesar de ello, cuando apenas había pasado un minuto y medio, el técnico del Ourense solicitó un nuevo tiempo muerto. Nada cambió, salvo que el Palencia sólo jugaba contra Barbour y el partido era un correcalles. El Palencia sostenía su supremacía manteniendo su acierto y siendo tolerante con un Ourense que maquilló sus estadísticas.

Crónica.diariopalentino.es




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