RIVER ANDORRA – LUCENTUM ALICANTE (71-95).
Celebración de los jugadores de Alicante. |
'Cum laude'. Así terminó el
Lucentum la campaña. El partido perfecto para regresar a la Liga donde militan
los mejores equipos del baloncesto español. Solo dos cuartos y medio necesitó
el conjunto alicantino para sentenciar el encuentro y conseguir su cuarto
ascenso a la ACB en trece años. Y solo un año después del descenso administrativo
por culpa de los problemas económicos del club. El escenario parecía el peor, y
el rival el más temible, pero la pesadilla volvió a sobrevolar a los
andorranos, que se quedaron a las puertas del objetivo por segunda vez esta
temporada. Cuarenta minutos sobresalientes de los jugadores de Rubén Perelló
convierten al balear en el técnico más joven en lograr un ascenso a la Liga
Endesa en su primera temporada como entrenador titular.
El equipo ya ha cumplido, y ahora
la pelota está en el tejado de los directivos del club. La carrera en busca de
un patrocinador comienza hoy, y Luis Castillo tendrá mucho trabajo este verano
para no desilusionar a unos seguidores que se volcaron con el equipo en la
final.
El partido de anoche era de esos
que nadie quiere perderse. Ni los jugadores, ni mucho menos la afición. Por eso
las taquillas del polideportivo de Andorra mostraron el cartel de 'no hay
billetes'. Tras el himno del Principado y un mosaico con la bandera oficial en
las gradas dio inicio el último choque de la temporada.
El Lucentum empezó muy metido en
el encuentro, tanto que se hizo con la primera bola y Guillermo Rejón se
encargó de inaugurar el marcador. El conjunto de Perelló salió a la cancha con
la intensidad que le faltó el domingo en el Centro de Tecnificación y con un
acierto en el tiro espectacular.
Unos primeros minutos perfectos
de los alicantinos que le dieron la primera ventaja importante (8-16). Joan
Peñarroya decidió parar el encuentro, y tras sus explicaciones dio entrada al
mejor de toda la serie, Marc Blanch. Él solito desquició a la defensa lucentina
y remontó con un parcial de 7-0 (15-16). Pero solo fue un espejismo.
Perelló no dudó en meter en
cancha a su hombre más determinante y le salió muy bien, porque Taylor
Coppenrath comenzó a incomodar a la defensa andorrana y a convertirse en la
pesadilla de los tiradores del River. El pívot de Vermont hizo cinco puntos y
recogió dos rebotes para devolver la tranquilidad al Lucentum antes del final
del primer cuarto (15-21).
En el segundo asalto, el River
apareció en pista dispuesto a darle la vuelta al partido, pero no contaban con
la espectacular actuación de Romà Bas. El escolta alicantino encestó cinco
triples en los segundos diez minutos. Se paseó por el perímetro como si estuviera
en su casa, y acertó tiros de esos que hacen levantar de la silla a los
enamorados del baloncesto.
Sàbat cogió el testigo de Rivero
en la dirección del juego lucentino y lo hizo tan bien como el base segoviano
en el inicio del partido. Con más siete en el luminoso del polideportivo
andorrano y tras un triple de Bas, Peñarroya solicitó su segundo tiempo muerto.
El técnico del Principado no quería que se le fuera el partido.
La diferencia estuvo oscilando
entre el más cinco y el más siete durante casi todo el segundo cuarto, hasta
que Perelló decidió dar un respiro a sus chicos y paró el juego.
Sus jugadores debieron entender
muy bien sus explicaciones, porque el Lucentum regresó a pista como un rodillo.
Dos tiros de tres seguidos de Huertas y Bas dieron al conjunto alicantino la
mayor diferencia hasta el momento (40-51). El Lucentum llegó al descanso con 53
puntos, una anotación impresionante, pero el partido no estaba sentenciado
(42-53).
En los primeros minutos de la
reanudación solo se vio a un equipo en cancha. El Lucentum tomó la iniciativa y
comenzó a meter canasta tras canasta. Un parcial de 16-0, gracias a los triples
de Rivero y Huertas, las internadas impecables de Rejón y una defensa
sobresaliente de todo el conjunto alicantinos, rompían el partido. Al River se
le hizo la canasta muy pequeña, no le entraba nada ni siquiera al gran
candidato al MVP de la final. Blanch se desesperaba y Peñaroya tuvo que pedir
dos tiempos muertos muy seguidos para intentar parar por unos segundos lo que
sus hombres no conseguían en cancha.
La avalancha de los de Perelló
era increíble. La afición andorrana miraba incrédula el marcador que ya
reflejaba más 27 (42-69). El Andorra había desaparecido y ni siquiera las
constantes indicaciones de su técnico les hacían entrar de nuevo en el partido.
Aún quedaban 15 minutos para
finalizar el encuentro más importante de la temporada, pero el equipo
alicantino ya acariciaba el derecho a jugar en la ACB. Con 49-75 se llegó a los
últimos diez minutos. El Lucentum lo hizo sin Jesús Fernández, expulsado por
dos faltas antideportivas. Pero eso ya importaba poco. Los jugadores comenzaban
a celebrar en el banquillo un ascenso que estaba muy cerca. El último cuarto se
hizo largo. Los alicantinos, más concentrados en ver como pasaban los segundos
para comenzar un festejo bien merecido, se dejaron ir y le dieron al River la
oportunidad de maquillar el resultado final (71-95).
El Lucentum ya es de ACB, al
menos, deportivamente. Ahora los jugadores, el cuerpo técnico y la afición
esperan que lo que se ha conseguido en la cancha con sacrificio y entrega no se
pierda en los despachos. El Lucentum ha regresado al Olimpo.
Crónica: Miriam Cutillas.
laverdad.es
TOP 5 DE VALORACION
5º PARTIDO FINAL.
Thomas Schreiner. Foto:Feb.es |
MVP THOMAS SCHREINER (ANDORRA) 21 DE VALORACION.
2-Rafael Huertas (Alicante) 19.
3-Marc Blanch (Andorra) 18.
-Taylor Coppenrath (Alicante) 18.
4-Pedro Rivero (Alicante) 17.
5-Shaun Green (Alicante) 12.
Feb.es
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