LOBE HUESCA – LUCENTUM ALICANTE (61-64).
Sabat celebrando una canasta con Middleton. Foto:laverdad.es |
El Lucentum sufrió y mucho para
ganar en Huesca. En los primeros 30 minutos dio síntomas de mejoría sobre todo
en ataque y llegó a colocarse varias veces con un más 14 de diferencia. Los
mejores del equipo alicantino volvieron a ser Albert Sàbat en la dirección del
juego y Taylor Coppenrath en el ataque. La victoria ante el Lobe le permite no
alejarse de los primeros puestos.
En las gradas había un aficionado
lucentino de excepción. Pedro Llompart, el artífice número uno del éxito del
Lucentum la pasada temporada aprovechó su tarde libre -como explicó en su
Twitter- para animar a su ex equipo.
El conjunto de Rubén Perelló
comenzó muy concentrado tanto en ataque como en defensa en la primera parte.
Pronto se hizo dueño del partido y consiguió la primera gran diferencia en el
marcador a 2:20 del final del cuarto inicial. Con el 5-16 en el marcador, Quim
Costa decidió pedir el primer tiempo muerto para intentar parar a un Lucentum
que estaba funcionando muy bien dirigido por Sàbat. El técnico balear
consciente de la corta plantilla con la que cuenta y de los problemas físicos
que habían sufrido algunos jugadores durante la semana hizo muchas
rotaciones
desde los primeros minutos. Incluso el base catalán pudo contar con más de
cuatro minutos de descanso en el primer periodo. Su sustituto Radovan Kouril
participó en tres cuartos y finalizó el partido con 5:18 minutos en cancha y
sin anotar ningún punto.
En el inicio del segundo cuarto
dos triples seguidos del Lobe redujeron la diferencia a la mínima (18-19), y
Perelló pidió tiempo muerto para volver a reordenar a sus jugadores.
Tras ello, un 0-10 de parcial
volvió a dar el más 11 al Lucentum. Pero el Huesca se puso las pilas, y recortó
la diferencia para irse 30-35 al descanso.
El tercer asalto comenzó muy
bien, y el equipo alicantino colocó en el luminoso la mayor diferencia (36-50),
pero en los últimos minutos mostró notables síntomas de cansancio, y favoreció
al Huesca para ponerse por encima por primera vez (58-57).
El Lucentum tuvo que pelear hasta
el último segundo para conseguir una ajustada victoria, y poder así, afrontar
los próximo partidos en casa con mejores sensaciones.
Huesca: Sánchez (10), Abouo
(4), Pukis (6), Nasarre (5), Gatell (7) -quinteto inicial-, Samuels (3),
Lafuente (3), Costa (14), Krusic (2), Cebular (0), Orfila (0) y Romero (7).
Lucentum: Sàbat (16), Bas
(6), Huertas (9), Coppenrath (18), Rejón (1), -quinteto inicial-, Green (3),
Llorca (5), Kouril (0), Middleton (4) y Fernández (2).
Crónica:laverdad.es
FORD BURGOS – MELILLA BALONCESTO (85-79).
Entrada a canasta de Aguilar. Foto:Dpt Comunicación CB Atapuerca |
Partido a cara de perro el que se
vivió en El Plantío. Ambos equipos sabían que sólo la victoria les servía. A
los locales para seguir la estela de un River Andorra que no baja el ritmo. Los
melillenses porque están a dos victorias de salir del farolillo rojo de la Adecco Oro y la orilla
de la salvación empieza a estar cada vez más lejos. Fue un partido igualado en
sus primeros compases, de hecho Melilla salió con más méritos a la pista. Un
parcial de 4-11 fue la mayor renta que disfrutó el equipo visitante, que vio
como poco a poco los puntos se le marchaban entre los dedos. El segundo y
tercer cuarto sirvieron para demostrar las diferencias en la tabla
clasificatoria. El sino del partido llegó en el último periodo y con una
ventaja de trece puntos que se fue diluyendo conforme avanzaban los minutos. El
final de infarto que hizo pensar en lo peor. Por suerte, la sangre no llegó al
río y la lógica imperó en el marcador final de 85-79.
El partido.
Noche de baloncesto de nivel en
El Plantío. La cita especial requería de un quinteto diferente. Andreu
Casadevall planteó novedades. Dani López, Jeff Xavier, Franco Rocchia, Pep
Ortega y Luke Sikma. No sentó bien la formación de inicio que presentó muchas
dificultades para anotar. Quizá el inicio más espeso de esta temporada se vio
en los cinco primeros minutos de cuarto (4-11). Andreu Casadevall paró el encuentro
para aclarar los sistemas. La reacción no se hizo esperar. La entrada en pista
de Jorge García dio más claridad al ataque y Autocid Ford Burgos igualó en
partido (14-14) en menos de tres minutos. Los exteriores estaban haciendo tan
buen trabajo que consiguieron llevarse ventaja al final del primer cuarto,
a pesar de adormecido inicio (20-22).
El segundo cuarto trajo
más dinamismo a la pista, pero también más igualdad. Autocid planteó una
presión en toda la pista, pero los resultados no estaban siendo los deseados.
El juego de Melilla fluía en las
manos de los bases y del debutante, Ted Scott. Autocid Ford Burgos sabía anotar
con mayor rapidez y eso no le gustaba a Gonzálo García de Vitoria que pidió
tiempo muerto, justo en el ecuador del cuarto (32-30). Ambos equipos parecía
que habían hecho un pacto con el marcador para ir igualados. A la mínima
ocasión que Melilla parecía levantar el vuelo, Andreu pidió tiempo muerto
(34-37).
Como ya pasase en el primer
periodo, el equipo subió el nivel y dos triples seguidos, Alberto Miguel e
Isaac López para volver a la zona técnica (43-39). Con poco tiempo para más,
los jugadores enfilaron el túnel de vestuarios con una ligera renta (46-41).
El arranque del tercer
cuarto no pudo ser más positivo, un rápido parcial de 6-0 que condujo
pronto el partido al tiempo muerto (52-41). La racha no quedó ahí porque antes
de llegar a la mitad del cuarto, Gonzálo García de Vitoria tuvo que pedir, de
nuevo, tiempo muerto (62-44). El partido estaba prácticamente roto y Autocid podía
terminar de cerrarlo con un rival con la moral comida. En contra de lo que
podía parecer, Melilla Baloncesto se agarró al partido y volvió a presentar
batalla con un 0-9 de parcial que obligó a parar el partido por parte de los
locales (64-53). Lo que siguió fue una llana sequía anotadora de ambos
conjuntos que se rompió con una gran canasta de Jeff Xavier y posterior técnica
a Gonzálo García de Vitoria por protestas reiteradas (66-53). Con poco tiempo
para más, la bocina marcó el final de un gran tercer cuarto para Autocid
(67-54).
Con una buena renta Autocid
afrontaba un último cuarto en el que no tenía que pasar mayores
apuros. Pero la teoría no fue igual a la práctica y Melilla Baloncesto se fue
metiendo en el partido a base de triples imposibles que dejaron a falta de 3:30
para el final un marcador de 79-73 y posterior tiempo muerto de Andreu
Casadevall. Si el equipo no reaccionaba a tiempo, podía verse en problemas. Tal
fue el cúmulo de sinsabores que la victoria corrió serio peligro cuando a falta
de un minuto para el final, sólo dos puntos separaban a ambos conjuntos
(79-77). Por suerte, la moneda cayó de cara para Autocid y El Plantío pudo
respirar tranquilo con el 85-79 final.
Parciales: 20-22 / 26-19 /
21-13 / 18-25.
Autocid Ford Burgos: Pep Ortega
(9), Dani López (9), Juan A. Aguilar (2), Jorge García (4), Marcus Vinicius
(8), Alberto Miguel (3), Franco Rocchia (0), Luke Sikma (14), Jeff Xavier (21),
Isaac López (11), Sergio Olmos (4).
Melilla Baloncesto: Ted
Scott (12), Kiril Wachsmann (10), José A. Marco (0), Francis Sánchez (14), Joan
Riera (19), Héctor Manzano (12), Eloy Almazán (5), Nacho Romero (2), Jesús
Castro (5).
Crónica:Ismael del Álamo
Dpt Comunicación CB Atapuerca
RIVER ANDORRA – OURENSE BALONCESTO (81-60).
Mate de Wright. Foto:elperiodicdandorra.ad |
Una semana más, el River aguanta
al frente de la clasificación. Ayer ganó con autoridad al Ourense, un gran
equipo inmerso en el penúltimo lugar de la tabla que va de capa caída. El
equipo de Peñarroya fue un huracán antes del descanso y tuvo suficiente con los
primeros veinte minutos para dejar casi sentenciado el duelo y rematar un
trabajo que terminó 81-60 No falló el Burgos, que se mantiene a un punto, pero
sí el Palencia y por tanto la diferencia con el tercer puesto se incrementa a
cinco partidos. La liga es cosa de dos, si no era ya.
El COB dejó claras sus
intenciones desde el primer momento. Lucha intensa y buscar cómo pudiera
recursos en ataque. La eficacia de Sánchez dio resultado y los gallegos
abrieron el primer frente: 4-8. Sería, sin embargo, también el último para
los visitantes, que no lograrían ninguna ventaja más en lo que restaba de
partido, unos 37 minutos.
El River no se dejó contagiar el
juego nervioso y precipitado de los de Rafael Sanz, necesidades por penúltimo
lugar que ocupan en la clasificación. Lo que tiene el líder es, aparte de
una confianza admirable en sí mismo, que tarde o temprano emerge algún jugador
para hacer carburar mejor los ataques y ayer fue Wright, y temprano. Como
muchas veces ocurre cuando sale el gallego al parqué, el River se electrizar. Ni
los triples de Sánchez y Kedzo pudieron evitar un parcial de 18-3 que permitió
finalizar los primeros diez minutos por delante (22-14) y continuar
incrementando la ventaja hasta escaparse de doce (18-16, minuto 13 ).
En defensa no era tocar nada
porque la tarea estaba siendo inmensa. Todos muy encima de su marcador,
ningún jugador del Ourense podía maniobrar sin dificultades; el equipo
visitante se fue abajo temprano ya que en el segundo cuarto sólo fue capaz de
anotar diez puntos, de los cuales los primeros cuatro fueron en siete
minutos. Los problemas en ataque de los de Sanz se extender a la defensa,
donde había el mismo problema o aún peor porque el recital tricolor en el
segundo cuarto así lo indica. Flis y Wright mandaban bajo la pintura, Dani
Pérez y Schreiner orquesta a su gusto y cualquier jugador que salía del
banquillo rendía con la máxima confianza. Triples de Blanch, dos de Flis
con un 3 +1 incluido, Sánchez, Schreiner ... Penetraciones de Dani Pérez,
cambios de ritmo de Blanch, y mates de Safford y Wright ... El público
disfrutaba y sobre todo, estaba impresionado porque al descanso el partido ya
estaba visto para sentencia, salvo catástrofe mayúscula. 48-24 al
descanso. Nada menos que el doble.
Lo cierto es que se hace difícil jugar
con tanta ventaja y tiempo de antemano, y contra un equipo del talento del
COBE, que no estaba dispuesto a salir del Polideportivo apaleado, el River jugó
casi todo el tercer cuarto con punto muerto. La táctica suicida de los
gallegos de mantener a los jugadores del River lejos de la canasta resultó
hasta el punto que un triple de Barbour puso los gallegos a tiro de 12 (55-42,
minuto 28) pero aunque en la grada había inquietud, el equipo reaccionó con un
triple de Maresch, un mate de Wright y una canasta de Flis para encarar el
cuarto periodo 19 arriba (63-44). Ahí terminó de morir un partido que en
el último cuarto se convirtió en una fiesta.
Crónica:elperiodicdandorra.ad
KNET – PLANASA NAVARRA (95-89).
Borja Arévalo presionado por Adrián Fuentes. Foto:larioja.com |
El Knet consiguió ayer una
victoria muy trabajada, dejándose todo en la cancha y pasando del éxtasis de un
primer cuarto inconmensurable a un final pleno de sufrimiento, pero en el que
los jugadores del conjunto riojano supieron hacer buenas las lecciones que han
ido aprendiendo a lo largo de esta temporada con la 'sangre' de la derrota.
El conjunto que dirige Jesús Sala
realizó un primer cuarto sublime, pleno de aciertos, llevando el balón con
soltura, velocidad, buscándose los jugadores y encontrando siempre la mejor
selección de tiro, para ir haciendo un boquete en la línea de flotación de un
Planasa que no se lo creía y que reaccionó en el tramo final. No sólo se
dominaba en un ataque pletórico de aciertos, sino que también se trabajaba a
destajo en al faceta defensiva, de tal forma que Starosta, su referente en el
juego interior se quedaba en un punto antes del descanso. Tampoco Narros, su
lanzador, entraba en juego, porque se cambiaban los marcajes sobre su tiro.
Un parcial de 40-23 indica el
acierto de unos y la flojedad defensiva de sus rivales.
Había sido un carrusel de
lanzamientos, con Busma, Úriz, Mejeris, Mesa, Serna y Suárez como protagonistas
estelares. Todo salía bien. El partido iba encarrilado, pero era sólo el
principio.
Los navarros mantenían un
porcentaje de tiro equilibrado, sobre todo gracias a la buena actuación de
Bonhome, que era lo que, a la postre, le iba a dar la posibilidad de meterse en
el partido y hacer daño hasta el último minuto.
Lo que había sido un desfile, se
convirtió en el segundo cuarto en un quiero y no puedo con el cambio de la
defensa visitante. Una zona muy presionante y cerrada hacía que se cometieran
errores en el pase, inestabilidad en el tiro, sensación de no poder con el
pegajoso trabajo de los de Jareño, que tenían la orden de cambiar el signo del encuentro.
Mientras estos mantenían su
referencia de 23 puntos, los de Sala se quedaban en 17, con actuación estelar
en esos minutos de Busma y Mejeris. Habían sido minutos de desconcierto que
dejaban el partido con sólo once puntos de ventaja antes de pasar por el
vestuario.
Reduciendo las diferencias
El Planasa siguió manteniendo su
ritmo de juego y eran Cage y Díaz los que llevaban la manija de su ataque. En
el Knet empezaba a ser básico el ritmo de Úriz y el momento de Mesa que
aportaba en ambos aros.
Con siete puntos de ventaja
comenzaba el último cuarto. Starosta, por fin, sacaba a relucir su mano y
anotaba seis puntos seguidos. Los hombres interiores del Knet, Busma, Mesa y
Serna, eran los que mantenían vivo el espíritu local, mientras que se sufría en
la cancha y en la grada hasta límites insospechados cuando todo había ido tan
bien.
Planasa se puso a dos puntos
(91-89) después de dos triples de Narros y Bonhome. Pero ahí surgió de nuevo la
figura de Úriz para rematar el partido con dos acciones decisivas en ataque,
para que el calvario vivido tuviera un final victorioso.
Crónica:larioja.com
CACERES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD – PALENCIA
BALONCESTO (83-72).
"Olu" MVP del encuentro con 30 val. Foto:hoy.es |
Perder fuera, ganar en casa. A
eso se está reduciendo la temporada del Cáceres Patrimonio de la Humanidad , que ayer
ofreció en el Multiusos una exhibición ofensiva, sobre todo en la primera
mitad, para acabar imponiéndose por 83-72 al Palencia Baloncesto, uno de los
equipos duros de pelar de la liga. El Cáceres dominó a placer durante casi todo
el encuentro, con un Olu Ashaolu estelar que aportó eficacia a la vez que
espectáculo y acabó con 25 puntos y 30 de valoración, aunque al final, como
casi siempre, tocó sufrir un poco cuando el Palencia se acercó a cuatro puntos
después de llevar muchos minutos perdiendo por más de 15.
Desde el primer momento del
partido el Caceres primó el ataque sobre la defensa, lo que dio pie a un
intercambio fluido durante el cuarto inicial en el que emergió omnipresente la
figura de Olu Ashaolu, cuya fuerza arrasadora permitió a los locales adquirir
las primeras ventajas importantes.
En el segundo cuarto el Palencia
probó endureciendo la defensa, pero le sirvió de poco ante la tremenda
inspiración ofensiva de los verdiblancos. Ataques rapidos y demoledores, esa
era la consigna, que sirvió al Cáceres para alncanzar mediado el cuarto una
ventaja máxima de 18 puntos (44-26) y para dar la sensación de que la mayor
parte del trabajo ya estaba hecho. El equipo se siente muy cómodo jugando en
casa y esa confianza se traslada a cada acción, y también a Devon Van Oostrum,
imparable cuando juega con el viento a favor. El encuentro parecía bastante
encarrilado, aunque tratándose del Cáceres, por muy bien que fueran las cosas
en el descanso era aún demasiado pronto para cantar victoria, si bien esa
excesiva irregularidad dentro de cada partido que antes tanto mortificaba a
Carlos Frade es un defecto que se ha ido corrigiendo bastante a medida que ha
ido avanzando la temporada.
La exhibición de Ashaolu fue a
más en el tercer cuarto. El nigeriano martilleaba continuamente a base de
mates, rebotes ofensivos y hasta tapones sin que nadie de entre los visitantes
pareciera tener la menor idea de cómo pararle. La renta extremeña volvió a
alcanzar los 18 puntos (57-39) sin que esta vez se apreciaran altibajos en el
juego, al menos en la faceta ofensiva, en la que a la dictadura de Olu se
sumaban cuando era necesario los hombres de perímetro para hacer daño también
con el lanzamiento exterior. Se aproximaba el último cuarto y seguía sin parecer
posible que el Cáceres se dejara escapar una nueva victoia en el Multiusos,
donde no pierde desde noviembre, pero los recuerdos de otras grandes ventajas
desperdiciadas en el último momento aconsejaban mantener la prudencia. Los
extremeños se plantaron en los diez minutos finales con 17 puntos más que su
rival (68-51).
Con todo, Frade se vio obligado a
pedir un tiempo muerto en el arranque del último cuarto cuando el Palencia se
acercó a 11 (68-57) nada más empezar. Sin embargo la pérdida de concentración
continuó y los de Lezcano siguieron recortando. A cinco minutos del final se
habían puesto a seis puntos (71-65) y viejas pesadillas se cernían sobre el
Multiusos. Fue Braydon Hobbs, definitivamente recuperado para la causa, quien
aportó algo de tranquilidad a la grada con un triple (74-67), pero en la pista
los nervios afloraban y Palencia seguía a dos canastas de la remontada (74-70)
a falta de dos minutos. Finalmentente la sangre no llegó al río porque los
castellanos fallaron en los tiros clave, y el 78-70 con el que se entró en el
último minuto fue suficiente para no sufrir en exceso.
Los dos próximos compromisos del
Cáceres serán fuera de casa y ambos ante rivales directos. El viernes que viene
visitará la cancha del Força Lleida y la semana siguiente la del Knet Clavijo.
Cáceres Patrimonio de la Humanidad : Van
Oostrum (15), Robles (2), Hobbs (12), Duinker (6) y Ashaolu (25) -cinco
inicial. También Peña (5), Morentin (10), Álex López (3), Nguema (3) y Lorenzo
(2).
Palencia Baloncesto: Garrido
(13), Bravo (11), Ott (0), Otegui (12) y Mortellaro (9) -cinco inicial. También
Forcada (7, Koffi (0), Martínez (4), Fornás (8) y Porzingis (8).
Crónica:hoy.es
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