Plantilla del Narón. Foto:lavozdegalicia.es |
La plantilla del Narón
Baloncesto se la juega en una apuesta durante toda la temporada. Según explica
su entrenador, Suso Varela, ningún integrante de la plantilla cobra de forma
fija. Solo reciben 50 euros por cada encuentro ganado. Si terminan entre los
mejores de la Liga EBA
con tal singular política retributiva, los jugadores irán recibiendo 150 o 200
al mes; de lo contrario, pasarán el año casi en blanco. Su peculiar caso
ilustra las dificultades económicas del baloncesto español. El club buscaba la
permanencia sin pagar nada el curso pasado, y este año, con solo esa prima,
pudo configurar un grupo para mirar a la zona alta.
«Fichamos casi por
amistad. Juegan por partido ganado, y en principio entrenarán solo tres días»,
explica el técnico. Esa política le permite tener jóvenes que buscan minutos y
reivindicarse en un club familiar, gente de la zona que prefiere jugar en casa
a cobrar cantidades irrisorias en otras plazas de la EBA. Este año recuperó
al ferrolano Luis Otero, joven talento de la cantera del Estudiantes madrileño
y que militó la temporada pasada en La Palma. Pero también cuenta con foráneos como Nico
Bodic, que después de una lesión de rodilla quiere establecerse en España y
usar el club como trampolín temporal. Otra apuesta.
«Buscarán un trabajo. Tanto
él como todos, o estudian o persiguen un empleo», añade el entrenador, que está
en las mismas condiciones que su plantilla, a 50 euros por victoria.
«En el resto de la
categoría, la mayoría de clubes doblan o triplican nuestro presupuesto. Y
ofrecen dinero, piso y manutención, en muchos casos. Antes pagaban 700 euros al
mes en la EBA , y
así está ahora la categoría, en la que muchos clubes desaparecieron», considera
Varela.
«Muchos jugadores
cayeron a la EBA
por la crisis económica del baloncesto. No quieren viajar a clubes de otros
puntos de España con lo poco que pagan, y juegan en casa», coincide Pablo
Fernández, el entrenador del Recinor Ferrol, heredero del mítico OAR y que
lleva años intentando subir a la
LEB Plata. Le sucede hasta al veterano Lucho Fernández, con
pasado en la ACB ,
al que no le compensa fichar en la
LEB Oro con lo que le ofrecen, y prefiere entrenar y esperar
en Ferrol a que le surja algo mejor.
Noticia:lavozdegalicia.es
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