CÁCERES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD – FORÇA LLEIDA
(81-76).
Lanzamiento a canasta de Peña. Foto:hoy.es |
El final volvió a ser
apretado, pero el Cáceres Patrimonio de la Humanidad no perdió esta vez los nervios en los
instantes decisivos y consiguió imponerse por 81-76 al Força Lleida, una
victoria que le permite al fin tomarse un respiro y vacunarse contra las
urgencias que estaban empezando a generar los malos resultados. Fue un partido
entretenido, como todos este año en el Multiusos, y en el que de nuevo tocó
sufrir casi hasta la bocina, como es previsible que ocurra muchas veces durante
la temporada. Se trataba de dos equipos parejos por potencial, aunque no por
estilo, y al final se acabó imponiendo el de un Cáceres que hizo valer su ritmo
de juego durante más minutos que los catalanes, precipitados y fallones en los
momentos fundamentales en los que se cocinó el triunfo local.
Los extremeños
tuvieron en Roberto Morentin un gran punto de referencia en un partido cuya
exigencia en el juego interior era previsible. El pívot logró 21 puntos y fue
una de las claves de la victoria, aunque cabe destacar también el papel de
Antonio Peña (16 puntos) y algunos rebotes fundamentales capturados por Olu Ashaolu.
Antonio Peña (16 puntos) y algunos rebotes fundamentales capturados por Olu Ashaolu.
El Cáceres empezó
sufriendo un accidente porque antes de que sumplieran dos minutos de partido ya
iba perdiendo por 0-10 con tres pérdidas de balón consecutivas. Frade pidió
tiempo muerto para atajar el monumental despiste y el equipo volvió a la cancha
más centrado, tanto que no tardó en remontar esa desventaja mediado el cuarto,
aunque aún finalizó el parcial perdiendo por uno (23-24) por un triple sobre la
bocina de Feliu.
Sergi Pino había
vuelto loca a la defensa verdinegra en ese arranque de partido. Al Cáceres le
costaba encontrar ese 'click' de que habló Frade en la previa del encuentro,
pero al menos mantenía la igualdad en el marcador ante un Lleida que poco a
poco iba a menos, en contraste con el crecimiento que mostraban los extrememos
en todas las facetas del juego menos en los tiros de tres, que eran pocos y
desacertados. El buen trabajo de Roberto Morentin en la pintura fue una de las
claves para que el Cáceres alcanzara el descanso cinco arriba (43-38), aunque
ayudado por una antideportiva que recibió el Lleida en el minuto final.
A partir de ese
momento los de Frade se hiceron por completo con el mando del partido, no tanto
en el marcador, pues su ventaja no llegó a superar los nueve puntos mediado el
tercer cuarto (56-49), como en el ritmo. Se jugaba como quería el Cáceres, es
decir, a alta velocidad y forzando transiciones rápidas que muchas veces
terminaban el pérdidas de balón, tanto del rival como propias. Sin embargo todo
ese trabajo no servía para que los locales terminaran de adqurir una renta
cómoda. Todo lo contrario, el Lleida consiguió empatar 56-56 se mantenía en
todo momento como aspirante de pleno derecho a la victoria final. Al terminar
el tercer cuarto el marcador seguía abierto, aunque la ventaja cacereña había
credido hasta un 64-58 que daba cierto margen para encarar el tramo decisivo.
Braydon Hobbs, tan
parco como siempre en anotación, esta vez al menos sí sacó a relucir sus dotes
de excelente pasador. El Cáceres mantenía la renta, exigua pero sólida en un
fluido intecambio de canastas que se tuvo que interrumpir unos minutos para
atender a José Simeón. El base del Lleida sufrió una caída junto al banquillo
del Cáceres y quedó inmóvil en el suelo. Rápidamente salieron las asistencias y
por momentos pareció que se lo llevaban en camilla, pero se recuperó y tras
unos minutos de reposo pudo pemanecer el pabellón, aunque sentado en el banco.
El parón pareció
venirles bien a los catalanes, que a cinco minutos del final se colocaron de
nuevo a un solo punto (71-70). Otra vez tocaba hacer frente a un final
igualado, esos que tan mal se le estaban dando al Cáceres en este inicio de
temporada. A falta de tres minutos el partido estaba empatado a 75.
El marcador apenas se
movió por las imprecisiones ofensivas de ambos equipos hasta entrar en el
último minuto, al que se llegó con los extremeños un punto arriba (77-76) y los
nervios a flor de piel, sobre todo para un Cáceres que jugaba en casa y
amenazaba con encajar su cuarta derrota seguida. Pero, al contrario de lo que
ocurrió la semana pasada en Palencia, esta vez el Cáceres no falló en el rebote
(Ashaolu capturó uno ofensivo crucial tras errar Morentin el tiro) y pudo
aprovechar el desacierto de Lleida, que lanzó fuera hasta tres triples en los
últimos segundos. Los locales tuvieron bastante con terminar el encuentro con
cabeza para acabar llevándose por 81-76 una victoria muy sufrida que les da una
enorme cantidad de oxígeno.
Cáceres Patrimonio de la Humanidad :Nguema (7), Hobbs (7),
Peña (16), Ashaolu (8) y Duinker (4) -cinco inicial. También Van Oostrum (4),
Morentin (21), Álex López (4), Lorenzo (0) y Kyzlink (0)
Força Lleida Club Sportiu: Rodríguez (17), Johnson (3), Pino (15), Calegari (12) y
Bandoumel (10) -cinco inicial. También Sutina (0), Simeón (2), Oriola (3),
Thompson (3) y Feliu (11)
Crónica:hoy.es
KNET CB CLAVIJO – PALENCIA BALONCESTO (97-87).
Herrero ante la presión de un jugador de Palencia. Foto:cbclavijo.es |
Comentaba en la previa del partido un periodista
sobre las excelencias de unPalencia Baloncesto que llegaba a Logroñometiendo
miedo con ese tercer puesto liguero fabricado a base de basket arrollador; y
otro le contestaba “ojo, que el Knet también sorprende”. Y en efecto, el Knet sorprendió, quizá solo de puertas para
afuera por ese mal precedente de dos derrotas consecutivas y el feo de Pamplona;
para sí mismo se revolvió de los últimos sinsabores y firmó uno de esos
partidos redondos ante un rival temible, reencontrándose con su versión más
real, la del desparpajo y la variedad ofensiva, y añadiendo un nivel defensivo
superior a los últimos tiempos. 97-87 sobre
un Palencia que no cesó en su empeño, y al que contestó y dominó con firmeza.
La hemorragia ofensiva riojana se cimentó en
algunos matices tácticos introducidos desde el inicio, empezando con la
búsqueda constante de Mesa en
el poste bajo. El granadino aceptó el reto y construyó un arranque excelso,
anotando con fluidez ante Otegui y
asistiendo para el triple de Juan Herrero en
la primera ventaja riojana (13-7, minuto 7), sostenida porQuique Suárez en
las rotaciones iniciales ante un Palencia que mejoraba con Quique
Garridoen la dirección (16-11). La contención anotadora duró solo esos
primeros diez minutos, con el inicio de segundo cuarto lleno de intenciones con
un Alley Hoop brutal en cada canasta (Mejeris y McDermott)
para empezar, y luego la brecha riojana, con el bestial Borja
Arévalo dirigiendo
ySidao y Joan Tomàs percutiendo
la zona (28-16, minuto 14). Palencia mostró los primeros
síntomas de ansiedad que se extenderían luego por todo el partido; vivieron de
un McDermott a quien nadie podía parar, y de estirones esporádicos a manos de Forcada y Garrido. Detalles en los azúles,
como el robo de balón de pillo para canasta de Úriz,
o la gran última defensa y paciente posesión para cerrar el cuarto (43-30) con el mate de Mejeris sobre la
bocina, ilustraban las diferencias de un equipo muy diferente al del domingo
anterior, desprendiendo ahora intensidad, mentalidad y concentración, sin
fisuras.
Tercer cuarto
espectacular
A un Knet excelso, lo grande del partido fue el
empeño palentino hasta el final por revertir la situación. La tozudez de los de Lezcano derivó en un tercer cuarto
espectacular, con dos equipos en un constante intercambio de golpes del que
nadie cedió. Garrido y Jhornan Zamora (15
puntos entre ambos en ese cuarto) elevaron la apuesta y McDermott se multiplicó
(más) por dentro para meter a los suyos en el choque (48-41),
tras técnica al banquillo local), hasta que 7 puntos seguidos de un tremendo
Quique Suárez desactivaron la insurrección palentina (62-53,
minuto 28).
El inicio del último cuarto con el robo de balón
(y canasta) de Arévalo a Forcada sin que pasara de medio campo en la primera
posesión sumaba a la mochila de la superioridad riojana. Tras el trabajo
inicial de Sidao y Mesa, dos grandes acciones del base riojano y otros cinco
puntos seguidos de Suárez devolvían al Knet a la horquilla de los 10 puntos (85-75).
El noqueado Palencia se revolvió una vez más, con Zamora imparable desde el
6,75 y la ayuda de última hora de Tveidt; la firmeza riojana abortó también esa
última reacción. Victoria de impacto y prestigio de cara a la liga, de
confianza de cara al propio equipo, que vuelve a mirar optimista la
clasificación y a seguir creciendo desde la seguridad de su potencial.
El partido en tres claves
Firmeza anotadora: el Knet abrió la diferencia en torno a los 10 puntos a mediados del segundo cuarto, y desde entonces la sostuvo durante todo el partido, doble mérito ante las brutales acometidas palentinas, siempre respondidas desde el poderío anotador. Ni los 57 puntos anotados en la segunda mitad, ni el 8/13 en triples sirvieron a Palencia para acercarse a menos de 5 puntos, el Knet siempre fue un paso por delante.
Equipo coral: Sala se quejó en Pamplona de que ‘muchos hicieron la guerra por su cuenta’. El Knet deshizo ese camino ayer y volvió al equipo global donde todos aportan. Cinco jugadores (Arévalo, Mesa, Galarreta, Suárez, Sidao) hicieron dobles dígitos de anotación. Sin desmerecer al resto, a destacar la tarjeta espectacular de Borja Arévalo, 10 puntos sin fallo, 5 rebotes, 5 asistencias, 3 recuperaciones y 4 faltas recibidas, para 26 de valoración en solo 21 minutos en cancha.
La pintura: había destacado el Knet en las primeras jornadas por la pujanza, sobre todo en el apartado anotador, del perímetro. Ayer, el cambio empezó con los balones a Mesa en el inicio, antesala de una fluida rotación interior donde todos aportaron y superaron a los potentes pívots visitantes. El dúo del ascenso se salió estadísticamente (18 puntos 6 rebotes para Mesa, 10+4 para Sidao), y por vez primera el Knet superó a su rival en el apartado reboteador (31 por 29).
Firmeza anotadora: el Knet abrió la diferencia en torno a los 10 puntos a mediados del segundo cuarto, y desde entonces la sostuvo durante todo el partido, doble mérito ante las brutales acometidas palentinas, siempre respondidas desde el poderío anotador. Ni los 57 puntos anotados en la segunda mitad, ni el 8/13 en triples sirvieron a Palencia para acercarse a menos de 5 puntos, el Knet siempre fue un paso por delante.
Equipo coral: Sala se quejó en Pamplona de que ‘muchos hicieron la guerra por su cuenta’. El Knet deshizo ese camino ayer y volvió al equipo global donde todos aportan. Cinco jugadores (Arévalo, Mesa, Galarreta, Suárez, Sidao) hicieron dobles dígitos de anotación. Sin desmerecer al resto, a destacar la tarjeta espectacular de Borja Arévalo, 10 puntos sin fallo, 5 rebotes, 5 asistencias, 3 recuperaciones y 4 faltas recibidas, para 26 de valoración en solo 21 minutos en cancha.
La pintura: había destacado el Knet en las primeras jornadas por la pujanza, sobre todo en el apartado anotador, del perímetro. Ayer, el cambio empezó con los balones a Mesa en el inicio, antesala de una fluida rotación interior donde todos aportaron y superaron a los potentes pívots visitantes. El dúo del ascenso se salió estadísticamente (18 puntos 6 rebotes para Mesa, 10+4 para Sidao), y por vez primera el Knet superó a su rival en el apartado reboteador (31 por 29).
PALENCIA BALONCESTO: Forcada (7), Ott (9), Zamora (16), Mc Dermott (17), Otegui (8) -cinco inicial– Bravo (7), Garrido (14), Fornás (3), Tveidt (6).
Parciales: 18-13, 25-17, 24-29, 30-28.
Crónica:cbclavijo.es
BC RIVER ANDORRA – LEYMA NATURA BASQUET CORUÑA (73-61).
El baloncesto comienza a convertirse en un acontecimiento social, como en tiempos de
Se intuía un partidazo y lo fue, sobre todo en intensidad.También en el arranque, un primer cuarto que ganaron los nervios, con un famélico
Llevó una brújula de maestro, se pegar como todos y anotó mucho. Trece puntos y catorce de valoración al descanso del base para liderar un equipo a estas alturas envalentonado.
Nunca es fácil mantener la velocidad de crucero ni cerrar los duelos con comodidad y lo sería menos contra un equipo que también llegaba en racha. Pero esta asignatura también se aprobó, incluso cuando Pérez marchaba al banquillo con tres personales faltando todavía catorce minutos para el final.Schreiner es un recambio de garantías y mucho más, porque Peñarroya usa los dos bases juntos con muy buenos resultados. Se blindó la cesta con esfuerzo colectivo y se mantuvo a raya al rival con apariciones de Flis y Blanch para ensanchar el agujero. Y en el último cuarto se resistió a una antideportiva a Blanch y los triples rivales, que llevaban las diferencias por debajo de los diez puntos a falta de cuatro minutos. Y es que ahora sólo hay un líder, sin complejos, que disfruta y hace disfrutar.Que llena el pabellón. Y ya no es flor de un día.
EL VESTUARIO
El técnico, enfadado con deportes
Joan Peñarroya, el entrenador del River, pese a
la victoria, no se estuvo de criticar la secretaría de Deporte, a la que pide
también más implicación. "Hay
cosas que no entiendo y estoy muy enfadado porque el domingo tengo que venir a
entrenar a una hora que no quería, ni yo ni los jugadores. Nosotros somos profesionales y me
gustaría que todo el mundo lo fuera. Quería
entrenar a las siete, pero tengo que hacerlo a las cinco y los jugadores no
podrán estar con las familias, que no viven aquí. Ya tenéis carnaza. "
RIVER ANDORRA: Pérez (20), Wright (4), Maresch (9), Hampl (7), Farfán (0), Sánchez (0), Flis (17), Safford (4), Schreiner (5), Blanch (7), Gabriel (0).
LEYMA NATURA BASQUET CORUÑA: Johnson (8), Kale (2), Lázaro (0), Hernández (4), Román (2), Zengotitabengoa (21), López (0), Almazán (3), Alonso (0), Suka-Umu (21), Rogers (0).
Crónica:diariandorra.au
FORD BURGOS – OURENSE BALONCESTO (98-76).
La noche lluviosa en una tarde burgalesa desapacible parecía presagiar lo que sería el partido. Un juego dominado por el tiro exterior en el que la aplastante estadística de acierto (53%), dejó muy pocas opciones a un Ourense Baloncesto que se aferró a una defensa 2-3 para tratar de paliar el juego interior de Autocid.
Las cosas no funcionaron desde el principio para los gallegos que se vieron aferrados a remar contracorriente en todo momento. El nivel de juego que plasmaron los burgaleses era complicado de aguantar, periodos que llegaron a alcanzar los 30 puntos. La ocasión más cercana de volver al partido para Ourense estuvo en el inicio del tercer cuarto donde llegaron a situarse a sólo cuatro puntos (48-44).
A partir de ahí, Autocid metió una marcha más y se distanció definitivamente en una segunda parte de partido, aún mejor que la primera. El mejor partido de la temporada, igualando el de Melilla, finalizó con 98-76 en el marcador.
El
partido.
Andreu
Casadevall fue fiel a su cinco de gala y alineó de inicio a Dani López, Jeff
Xavier, Marcus Vinicius, Jorge García y Luke Sikma. La única novedad fue la de
Jorge García por Pep Ortega que sigue recuperándose de su fascitis plantar.
Hubo tormenta de puntos y de triples en el primer
cuarto con ambos equipos muy acertados. Autocid disfrutaba saliendo a la
contra y amenazando con su tiro exterior. Las diferencias empezaron a notarse
con el 17-11 y la mitad del periodo cumplido. Los minutos sucesivos fueron in crescendo
en dominio azulón por lo que se cerró el primer cuarto con un notable 27-21
en el luminoso.
Lo mejor que estaba haciendo Autocid Ford Burgos en el partido era atacar su zona con mucha fluidez de balón. Lo cierto es que duró poco y el partido se trabó más de lo esperado. Ourense Baloncesto seguía haciendo su camino y recortando distancias mientras los azulones trataban de despejar el camino a canasta (32-27). Los gallegos fieles a la zona 2-3 siguieron recibiendo anotación exterior de los burgaleses. El
dominio
local se restituyó con el 41-35 que significó el tiempo muerto de Rafa Sanz,
técnico de Ourense.
Pese las rectificaciones técnicas, Ourense sufrió una sequía anotadora que dejó un parcial de 10-4 para cerrar el cuarto con 48-39 en el marcador.
La
salida de vestuarios fue claramente gallega con un parcial de 0-5 (48-44) en
apenas minuto y medio. Autocid
supo responder y se marcó un 7-0 que restituyó el dominio local (55-44). Rafa
Sanz paró el partido para remarcar los conceptos de una zona que no estaba
dando sus frutos. Autocid Ford Burgos controlaba el ritmo del partido y lo
hacía a base una gran estadística de triples anotados (68-52). Manteniendo las
distancias sonó la bocina del final del tercer cuarto con
un claro 78-60.
A pesar de estar todo el resuelto al inicio del último cuarto, Autocid no se conformó con esa ventaja y quiso más. El parcial de 8-2 en menos de tres minutos, así lo demostraba (86-62). Con un par de minutos por jugarse, Andreu Casadevall cedió el testigo a Franco Rocchia y a Rubén Duarte que estaban con unas ganas enormes de pisar la pista. Eso fue lo más destacable de un último cuarto que significó el final de un gran partido (98-76).
Parciales:
27-21 / 21-18 / 30-21 / 20-16.
Autocid Ford Burgos: Pep Ortega (5), Dani López (12), Juan A. Aguilar (5), Jorge García (14), Marcus Vinicius
(9),
Alberto Miguel (14), Franco Rocchia (0), Luke Sikma (7), Rubén Duarte (2), Jeff
Xavier (13), Isaac López
(8),
Sergio Olmos (9).
Club
Ourense Baloncesto: Raúl Mena (6), Rai López (7), Mateo Kedzo (12),
Víctor M. Serrano (4), Julio A.
González
(0), Javier Múgica (2), Pablo Movilla (8), Nicholas Shavais (11), Alfonso J.
Sánchez (7), Andy Obinna
Ogide (19).
Crónica:Ismael del Álamo (Dpt Comunicación CB
Atapuerca).
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