OURENSE BALONCESTO – BC RIVER ANDORRA (63-84).
Safford y Hampl luchando por un rebote. Foto:elperiodicandorra.ad |
Después de alcanzar ayer en Ourense la
quinta victoria de la temporada, quinta consecutiva, quinta en cinco partidos
en la LEB Oro-líderes
en solitario a la espera de lo que haga hoy el Leyma Coruña, el próximo rival
en el Polideportivo-, Jesús Sala , entrenador del Knet de la Rioja , un rival que ya
vendrá, escribía en Twitter:
"Parece que mi amigo Peñarroya enterrará la
palabra permanencia bastante pronto". No
está claro que lo haga, porque seguirá queriendo mantener a sus jugadores con
los pies en el suelo-lógico-, pero sí que al menos deberá aceptar cuál es «la
realidad» de su blog. El día de
antes de viajar a Galicia, el técnico manresano aseguraba que «la realidad» del
River "es perder partidos», pero de momento esto no llega ... así que 'Carpe diem', mister. Ayer el River realizó un partido
memorable aunque sea sólo por el último cuarto, con un parcial de 2-21 que
parece hecho a conciencia para que los periodistas se monten «películas»
durante la próxima semana.
63-84 a pista de lo que había sido un quebradero
de cabeza hace un tiempo, es un resultado para enmarcar y estudiar, porque parece
un dominio absoluto, pero está trabajado desde el esfuerzo de conjunto, la
solidaridad de un equipo y una aceleración en ataque y contención en defensa de
libro ante un Ourense totalmente desarmado en un último cuarto en el que sólo
anotó dos puntos, por 21 de los andorranos. El
encuentro comenzó con el River dejando hacer a pesar de la lucha, y con un
Ourense espoleado y ambicioso, que cerró los primeros diez minutos de juego por
encima en el marcador 26-20. No
había sido, sin embargo, ningún dominio abrumador, porque el River estuvo
incluso por delante (19-20), pero era un aviso de que las cosas no serían
fáciles, como ya había dicho Peñarroya días antes.
El segundo cuarto apareció con un River
más calentado, con un Schreiner que anotaba de tres (33-31), con un Wright muy
atento bajo canasta para coger el rebote a lanzamiento de tres de Blanch,
hierro, poderoso rebote y canasta del gallego, y con un Maresch que anunciaba
que era uno de sus partidos con dos triples consecutivos (cuatro de cinco al final,
15 puntos, 20 de valoración) que ponían en el marcador un 37-42 que suponía el
primer gran ventaja de los visitantes. De
aquí hasta el descanso, mantenimiento del ritmo y un triple de Flis casi al
final, para poner el 42-45.
La reanudación fue similar, aunque el
River quería mandar más en defensa y poco a poco lo conseguía. Un triple de Dani Pérez abría espacio
(42-48), y la continuidad estaba con un Pablo Sánchez que si bien no es lo que
nos tenía acostumbrados de hacer muchos puntos, ayer cogió siete rebotes, seis
de ellos defensivos, también se 'añadía Maresch, con un triple marca de la casa
(46-56) y todo se veía de color de rosa con la intencionada que Dani Pérez
aprovechó para situar el marcador 49-58. Con
todo, el Ourense estaba muy necesitado porque aún no ha ganado ningún partido
esta temporada, y los gallegos sumaban como podían para mantener el ritmo, que
no era ni de ellos ni del River.Así, el tercer cuarto se acabó 61-63 para los
visitantes, pero con muchas dudas.
Entonces vino el factor mental. Aquel que Peñarroya tiene siempre a
punto, y el Ourense, que debía ganar sí o sí, iba acelerado y la elección de
lanzamiento no era siempre la mejor. El
River cerraba el rebote, y mataba al contraataque, y así si el 61-63 se pasó al
61-68 gracias a un triple de Flis y una canasta de Wright, con un intento de
neutralización local hasta el 63-68 (Ogide , ayer seis puntos solamente, a
pesar de los seis rebotes), nada más aportó al equipo de casa. Ni un punto más. Tal cual. Del 63-68 se pasó al 63-84 del final. Desde el inicio de este último cuarto,
un parcial de 2-21.Una tontería demoledora de las que hacen daño y se recuerdan
mucho tiempo. La autopista hacia
la quinta victoria estaba abierta, y llegó sin más historia ante un equipo
hundido por el peso de las derrotas. La
cara y la cruz del baloncesto: el River vencedor y pletórico, líder invicto, en
una «realidad» que es esta, la de las victorias. Quizás las derrotas ya vendrán, pero
de momento el 'Carpe diem' es lo que hay. La
afición lo vive y lo disfruta, y la próxima semana, frente al otro
invicto-hasta hoy, ya se verá, porque recibe al Barça a las 17.00h-el
Polideportivo será una bomba de ilusión. Y
realidad: fiesta.
Crónica:elperiodicandorra.ad
FORÇA LLEIDA – CB BREOGAN DE LUGO (76-65)
Acción del partido de anoche. Foto:segre |
El Breogán sumó este viernes su segunda derrota a domicilio, que
también es la segunda de la actual Liga LEB Oro, ante un Lleida más conjuntado
y más consistente en defensa (76-65). Los lucenses supieron
remontar, empatar y hasta ponerse por delante, al comienzo del tercer
cuarto, pero todo fue un espejismo.
Los desaciertos breoganistas se vieron ya desde el principio,
cuando el Lleida abrió pronto brecha. Y así, los catalanes llegaron con
una ventaja de once puntos al final del primer cuarto. El cuadro de Pepe Rodríguez
tenía pocas respuestas, como se evidencia en alguna de las
estadísticas: sin ir más lejos, en los 40 minutos del partido solo anotó 6
de 19 en triples.
Tras el 34-27 que señalaba el marcador en el descanso, el paso
por vestuarios pareció sentar bien al Breogán. Liderado por un Winchester
inspiradísimo (totalizó 22 puntos al final, dos menos que el local Calegari), a
los tres minutos de este período el cuadro lucense empataba el marcador
(36-36). Después llegó a tener ligeras ventajas, pero el Lleida acabó por
imponerse y el Breogán cayó en barrena.
La pájara se tradujo en un 54-48 al final de este cuarto y un
59-48 cuando se llevaba un minuto del cuarto período. Para entonces, con los
jugadores breoganistas fuera del partido y faltos de intensidad, ya el choque
estaba sentenciado.
Crónica:progresodelugo.es
CLUB MELILLA BALONCESTO – FORD BURGOS (76-92).
Vinicius anotando debajo del aro melillense. Foto:Dpt Comunicación CB Atapuerca. |
Se
esperaba una dura batalla en el Javier Imbroda entre Melilla Baloncesto y
Autocid Ford Burgos. La contienda se esperaba muy igualada, de máxima rivalidad
y tensión. En lo material fue todo lo contrario.
Autocid
Ford Burgos salió desde el primer momento con dos marchas más que el rival. La ventaja
no se hizo esperar y prácticamente desde el inicio de partido, la
renta entre locales y visitantes empezaba a sentirse.
La concentración
de los naranjas no cesó durante todo el partido y supieron administrar
una renta que varió entre los ocho y los quince puntos. La defensa
funcionaba a la perfección, presión en las líneas de pase, robos,
rebotes, todo favorecía a los de Andreu Casadevall. En ataque
las cosas no iban peor. El juego
interior
anotaba, el exterior sorprendía con una respuesta espectacular. Todos los
jugadores anotaron cinco o más puntos. Con todos esos ingredientes el resultado
no podía ser otro que una gran victoria (76-92) en una pista tan complicada
como la melillense. De este modo Autocid se reencontró con su juego y se trajo
una victoria balsámica.
El
partido.
Andreu
Casadevall alineó de inicio a Dani López, Jeff
Xavier, Marcus Vinicius, Jorge
García y Luke Sikma. La única sorpresa
fue la ausencia de Pep Ortega por una fascitis plantar. Ambos equipos salieron
con ganas de un ritmo rápido de partido.
Los
burgaleses encontraron pronto el camino del éxito marcándose un parcial
inicial
de 2-9 para que Gonzálo García parase el encuentro en sus dos minutos
iniciales. Melilla respondió bien a la salida del tiempo muerto con un par de
buenas acciones. Por suerte para los intereses locales, la respuesta
norteafricana fue efímera y Autocid respondió a la reacción de los del Javier
Imbroda (14-19). Los naranjas estaban disfrutando de una buena racha, con
acierto y con un ritmo anotador muy alto.
La
bocina del final del primer cuarto sonó
con 19-27 en el marcador.
El
primer golpe del segundo cuarto lo asestó
Sergio Olmos, jugador que necesitaba encontrar pronto las sensaciones en la
pintura (19-29). Todo funcionaba en el equipo burgalés, tanto el juego interior
como el exterior. Autocid se estaba labrando una buena renta de cara al
descanso llegando al ecuador del segundo cuarto con una renta de once puntos
(23-34). En los minutos sucesivos el juego se equilibró y la renta se mantuvo
inmutable hasta el descanso. Grandes sensaciones en los dos primeros cuartos de
partido con un gran 36-46 en el luminoso.
La
salida de vestuarios resultó errática para ambos conjuntos. Transcurrieron dos
minutos de cuarto sin anotar un punto. En cuanto Autocid arrancó la máquina
anotadora para seguir aumentando las diferencias hasta llegar a los quince
puntos de máxima ventaja (44-59). Melilla se agarraba a un clavo ardiendo para
intentar recortar distancias, pero los naranjas tenían muy claro que en el
Javier Imbroda no iban a dilapidar una renta de más de diez puntos. Con +13 en
el marcador se cerró el tercer cuarto (53-65).
En el
último cuarto Autocid podía permitirse
bajar el ritmo del partido y dosificar los minutos de los más habituales.
Melilla, por su parte, no dejó de intentarlo. Poco a poco la ventaja iba
disminuyendo hasta llegar a situarse a ocho puntos (65-73) a falta de seis
minutos para el final del partido. Autocid se repuso y se levantó con mayor
fuerza y anotó un gran parcial de 0-9 para cerrar definitivamente el partido
(65-82), a falta de casi tres minutos de partido. Los minutos de final de
partido fueron intrascendentes en cuanto a la determinación del vencedor del
partido y se cerró el idílico partido de Autocid Ford Burgos con un 76-92
en el marcador.
Parciales:
19-27 / 16-19 / 18-19 / 23-27.
Club
Melilla Baloncesto: Eloy Almazán (0), José Amador (16), Jesús Castro
(24), Tim Frost (2), Héctor
Manzano
(7), José Antonio Marcos (8), Darius Pakamanis (), Juan F. Riera (2), Francis
Sánchez (7), Kiril
Whachsmann
(6).
Autocid
Ford Burgos: Pep Ortega (5), Dani López (15), Juan A. Aguilar
(5), Jorge García (5), Marcus Vinicius
(9), Alberto Miguel (13), Luke Sikma (10), Jeff Xavier (11), Isaac
López (9), Sergio Olmos (10).
Crónica:Dpt Comunicación CB Atapuerca
PALENCIA BALONCESTO – CÁCERES PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD (87-84).
El
Palencia Baloncetso sumaba su cuarta victoria de la temporada ante el Cáceres
en un partido complicado en el que llevó la iniciativa y en el que acabó
pasando apuros en un final de máxima tensión.
El
marcador al descanso (51-45) hablaba por sí mismo del ritmo al que se había
jugado el partido hasta entonces. Rapidez de acciones de uno y otro conjunto en
ataque, con muchas posesiones y bastante acierto en el lanzamiento, sobre todo
en el segundo periodo (28-28), donde los dígitos fueron extraordinarios. Y
durante todo ese tiempo, inicial alternancia en el dominio del marcador y
posterior mando palentino, aunque sin conseguir una renta clara.
Porque
las primeras canastas (sendos triples) fueron visitantes, con un acierto en la
primera posesión de Duinker y otro posterior del veterano ex ACB Pedro Robles
(0-6). Pero, claro, no iba a ser tan fácil para los de Carlos Frade, ya que el
equipo morado enjugó muy pronto la diferencia con buenas acciones de un
acertado (una vez repuesto de las dolencias físicas que habían mermado su
rendimiento en las primeras jornadas) Michael Tveidt, autor de nueve puntos ya
al descanso. Así, con el primer triple del estadounidense el marcador reflejaba
un equilibrado 14-12. Y al final del periodo, 23-17 tras el segundo triple
local, éste de Carles Bravo.
En el
segundo acto, intercambio de puntos de inicio a fin, con el citado 28-28 de
parcial. Un tira y afloja en el electrónico, donde los de Natxo Lezkano se
escapaban primero (35-26, después de una gran canasta tras amagar de Xavi
Forcada) y luego el Cáceres volvía a comprimir el tanteo (37-35). Y ya, con
algo más de igualdad, tras un periodo en el que la versatilidad del visitante
Peña (un alero con muy buenos movimientos en el interior de la zona) hizo daño
a los palentinos, se alcanzó el descanso con 51-45.
El tercer
periodo empezaba con una nueva aparición estelar de Tveidt que, con cinco
puntos seguidos, colocaba el 56-49 (58-49 con la siguiente canasta, de
McDermott). Durante algunos minutos el Palencia Baloncesto se mantuvo con una
decena de puntos de renta, que finalmente su rival fue capaz de dejar en siete
(70-63) cuando sonó la bocina. Poco antes del final había anotado sus primeros
puntos un Quique Garrido que sería decisivo.
El
último cuarto igualó totalmente el partido. A cinco minutos de la conclusión el
zurdo Miguel Lorenzo empataba el choque (75-75). El joven pívot sumaba ocho
puntos en esos cinco minutos. En la siguiente jugada Peña machacaba el aro de
forma espectacular para poner al Cáceres por delante. A poco más de dos minutos
y medio para el final Garrido anotaba de tres (78-77) y su equipo recuperaba la
pelota. El base sumaría otros cuatro puntos seguidos y, cuando el duelo parecía
sentenciado (84-70 a
1’08’’), llegaron los nervios. Los locales fallaron tres tiros libres, los
visitantes otros tres y, con mucho sufrimiento, el Palencia Baloncesto ganaba
87-84. Cuatro de cinco.
Crónica:diariopalentino.es
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