FORÇA LLEIDA – FORD BURGOS (52-67)
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Olmos anotó 13p y capturó 6 rebotes. Foto:Dpt Comunicación CB Atapuerca |
El partido.
Se inició la primera jornada de liga en el Pabellón Barris
Nord de Lleida ante un gran número de aficionados. Andreu Casadevall plantó a
Dani López, Alberto Miguel, Marcus Vinicius, Pep Ortega y Luke Sikma como
quinteto titular. Los azulones se saltaron las presentaciones y fueron
rápidamente a por el partido Marcus Vinicius con un tiro libre fue el primero
en inaugurar el marcador. Al brasileño se le sumaron Pep Ortega y Luke Sikma
para marcarse un parcial de 0-5. Por el lado catalán Sergi Pino estrenó el
tanteo de Força Lleida. Los hombres de Joaquín Prado contestaron con un parcial
de 6-0 que les condujo a la primera ventaja en el partido (10-8). Por desgracia
para los burgaleses, la dinámica ilerdense continuó y se intensificó en el
ecuador del primer cuarto (17-11). Autocid Ford Burgos lo intentó sin mucho acierto
y llegó al final del primer cuarto sin
dejar que se ampliasen
las diferencias (19-14).
El segundo
asalto se inició renqueante
por parte de ambos conjuntos que no encontraban canasta. Superados los tres
minutos de cuarto, el parcial era únicamente de 2-3 (21-17). Los minutos
corrían y Lleida sufrían un estancamiento enorme en ataque. Costaba sumar,
transcurridos seis minutos de cuarto un pobre 23-19 en el luminoso que hablaba
muy bien de las defensas que estaban planteando ambos conjuntos. Los locales
consiguieron hilvanar un par de buenos ataque y consiguieron algo de oxígeno,
justo antes de que Andreu Casadevall solicitase tiempo muerto (27-20). La
reanudación trajo un favorable 2-7 para llegar al descanso del partido con un
igualado 29-27.
La salida de vestuarios le sentó muy bien a los burgaleses
que se fueron imponiendo, hasta igualar el partido a 32 puntos. De hecho, los
hombres de Casadevall no se conformaron y se situaron de nuevo por delante en
el marcador, tras el inicio de partido, con un buen parcial inicial de 3-7
(32-34). Los azulones impusieron su ritmo y consiguieron una ventaja de cinco
puntos (36-41), con cinco minutos de tercer cuarto jugados. Joaquín Prado paró
el partido con un tiempo muerto estéril a los efectos, pues los azulones
siguieron disfrutando de su mejor racha del partido (36-45). La embestida
burgalesa fue controlada de alguna manera por los ilerdenses en el final del tercer cuarto, 39-49.
El último y
definitivo cuarto comenzó con
una canasta de Dani Rodríguez para reducir los diez puntos de diferencia y
devolver la esperanza al Barris Nord. Autocid Ford Burgos no quería despertar a
la parroquia local y devolvieron la canasta con creces. Un parcial de 2-9 para
dejar el partido visto para sentencia (41-58) a falta de cinco minutos para el
bocinazo final. En ese momento, sólo había que administrar las ventajas, dar
descanso a los jugadores más cargados y disfrutar de la que sería la primera
victoria de la temporada en una pista tan complicada como la de Barris Nord. Al
final el marcador fue de 52-67.
Parciales: 19-14 / 10-13 / 10-22 / 23-18.
Força Lleida Club Esportiu: Marc Rubin (0), Juan Pablo Sutina (0), William Johnson (14),
Djimadoum Bandoumel (5), Dani Rodríguez (4), José Simeon (3), Sergi Pino (4),
Pierre Oriola (2), Alex Thompson (8), Dominic Calegari (5), Miquel Feliú (7).
Autocid Ford Burgos: Pep Ortega (8), Jorge García (6), Alberto Miguel (6), Dani López
(2), Sergio Olmos (13), Luke Sikma (11), Marcus Vinicius (8), Juan A. Aguilar
(10), Jeff Xavier (3), Isaac López (0).
Crónica:baloncestoatapuerca.es
LOBE HUESCA – BC RIVER ANDORRA (81-82)
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Flis intenta taponar a Eric Sánchez Foto:elperiodicandorra.ad |
El debut en una competición como LEB Oro,
puro espectáculo-cheer-leaders incluidas en el menú-, pura magia en la
cancha-lucha e intensidad máxima-, fue duro para un River Andorra que supo
sufrir. Tanto, que la montaña
rusa en que se convirtió el duelo, con igualdad, dominio alterno posterior,
caos intermedio y un final de infarto, acabó con todos agotado y el resultado
sólo a favor de unos, los andorranos, que suman una primera victoria magistral
por lo que significa moralmente empezar con triunfo, y fuera de casa.
El primer cuarto la cara del River era de
concentración, de saber lo que tenía que hacer frente a un rival algo
desconocido-como todos en este inicio de liga-, es decir, su juego. Y en eso la defensa y el rebote tenían
mucho que decir, porque el conjunto andorrano gestionaba bastante bien desde
atrás, aunque en ataque no había el acierto deseado. Era el bloque local el que dominaba el
marcador con ventajas cortos, eso sí, pero con sensación de no dejar escapar un
ataque, aunque la defensa se esforzaba. Las
cosas parecía que deberían cambiar, y poco a poco esto se fue viendo, con la
fuerza a la pintura de bandera: Hampl y Flis batallaban buena cosa. El resultado se fue equilibrando hasta
el final del primer cuarto, con iguales a 22 después de que el River incluso se
pusiera por delante por un momento (19-22).
El segundo cuarto fue de más a menos. Los andorranos comenzaron con canasta
de Flis y mandando 22-24, pero los españoles reaccionaron y el rebote defensivo
comenzó a hacer agua. El 31-30
hizo perder los nervios en Peñarroya, que pidió un tiempo muerto a gritos y
abroncó sus por lo que acababa de ver. Los
fantasmas del rebote se volvían.
El tiempo muerto, pero, en lugar de
permitir un cambio, se quedó en la nada porque la precipitación en ataque del
River era evidente. Aunque
Safford arriesgaba y acertaba (9 puntos al descanso, al igual que Blanch, por 8
de Maresch), el partido entraba en una dinámica de nervios que no parecía la
mejor. El Lobe lo aprovechó y
ponía la quinta marcha hasta el 43-36 que el River redujo a 43-39 al descanso. Con todo, los números cantaban: 11
rebotes defensivos de los andorranos, 16 de los locales.
El tercer cuarto arrancó con un triple de
Maresch (43-42) y esto animó a los de Peñaroya. El Lobería mantenía el ritmo (48-47),
mientras el River empezó a carburar: triple de Dani Pérez (51-56), y después
las bombas de Safford, que en dos ocasiones consecutivas hizo mucho daño (56 a 59 , 58-62), fiesta a la
que se añadió un Blanch ayer pletórico (12 puntos en total), por poner un 58-65
impensable hacía no demasiado.
Así el River siguió con su ritmo de
inercia positiva tras la incertidumbre de antes del descanso que había dejado
aquel mal sabor, y fue sumando hasta cerrar el tercer cuarto 60-69. La cosa no se quedó ahí, porque en el
último cuarto el River conseguía la máxima ventaja, 12 por encima (60-72)
gracias a un triple de Schreiner (11 puntos, 8 rebotes defensivos, 20 de
valoración, el mejor del river).
Los locales no les quedaba otra que
reaccionar, y llegó el cambio. Puki
avisaba de tres (75-79), y Costa ponía el 79-81 ...y llegó el empate. El público espoleaba, los árbitros
complicaban la situación porque animaban la grada, muy sensible al final, como
siempre que un equipo va por debajo, y en un final dramático el error local en
ataque dejó el balón en manos andorranas después de que Maresch hiciera un tiro
libre. 81-82 y primera victoria
de la temporada.
«Las victorias son muy complicadas en esta
liga", dijo Peñarroya al final. Nos
debe servir para mejorar porque les hemos dado vida en el segundo cuarto. En los últimos cinco minutos, a partir
de la técnica del Hampl, hemos tomado malas decisiones, y ha sido un cara a
cruz ».
Crónica:elperiodicandorra.ad
CLUB MELILLA BALONCESTO – CÁCERES CIUDAD DE BALONCESTO (95-78)
Marco penetrando a canasta. Foto:melillahoy.es |
El Melilla Baloncesto
ha comenzado con victoria, ganando con autoridad al Cáceres Ciudad del
Baloncesto. Los debutantes Castro y Sánchez jugaron un excelente primer partido
como azulones.
El
Melilla Baloncesto venció con comodidad por 95-78, gracias una buena segunda
parte, al Cáceres Ciudad del Baloncesto en la primera jornada de la Adecco Oro , un debut en
el que Francis Sánchez y Jesús Castro, dos de sus fichajes del equipo local,
impulsaron el juego ofensivo, y que Héctor Manzano sentenció con tres triples
consecutivos.
El
partido comenzó igualado y con los típicos errores de las primeras jornadas. El
calor reinante en la pista del Javier Imbroda tenia extenuados a los jugadores,
especialmente a los cacereños que tuvieron que realizar un triple cambio a
mediados de cuarto. Con los cambios los melillenses ni mucho menos se
resintieron sino que aumentaron la ventaja hasta dejarla en diez puntos tras
una gran penetración de Jesús Castro. Ventaja que quedaría en tan sólo seis
puntos al final de primer cuarto (27-21) tras varios errores consecutivos de
los melillenses en ataque que aprovecharon los de Frade.
Esa
inercia, unida a una presión asfixiante de los verdinegro, de blanco en esta
ocasión, concluían en varias recuperaciones. Una de ellas la aprovecharía
Richard Nguema para empatar el encuentro. El desconcierto reinaba en el ataque
melillense y un espectacular mate de Ashaolu ponía a los extremeños por delante
en el encuentro (30-32) cuando apenas habían transcurrido tres minutos del
segundo cuarto.
Con
Cáceres Ciudad del Baloncesto por delante en el marcador durante algunos
minutos, el base canterano José Antonio Medina cometía una falta antideportiva
sobre Marco a 4:08 para el descanso que cambió de nuevo el signo del partido.
Un
parcial 13-2 en apenas dos minutos de juego devolvió un colchón de diez puntos
al equipo de García de Vitoria. Diferencia que se mantuvo en el marcador, 52 –
42, resultado con el que ambos equipos se marchaban a vestuario.
Los
cacereños salieron como motos tras el descanso con un parcial de cinco puntos
que se encargaría de devolver José Amador con una penetración y un triple.
Melilla Baloncesto se coloca de nuevo en zona y es cuando más rédito saca
(59-51, min. 24) en unos minutos donde los dos equipos se mostraron muy
imprecisos y con numerosos errores, especialmente en ataque.
Manzano
con un triple frontal al capturar su propio rebote tras haber fallado dos tiros
libres de manera consecutiva ponía fin al tercer cuarto 74-69.
Cáceres
Ciudad del Baloncesto intento acercarse a los azulones y cuando más atascado
estaba en el equipo en ataque emergió la figura del cañonero Francis Sánchez.
Dos triples suyos, de esos con marca registrada, pusieron tierra de por medio
(82-69, min 33). A la fiesta del 6.75 se unió Héctor Manzano con otros dos
triples que mataron el encuentro a favor de los melillenses. Al final victoria
clara de Melilla Baloncesto 95-78 ante un Cáceres Ciudad del Baloncesto que no
lo puso nada fácil.
Ficha
Técnica:
95 – Melilla Baloncesto: Riera(0), Castro(19),
Sánchez(22), Amador(9) y Wachsmann(15) – cinco inicial – Frost(6), Manzano(14),
Almazan(0), Pakamanis(4), Romero(0)
78 – Cáceres Cdad. del Baloncesto: Van Oostrum(8), Robles(14), Peña(6), Ashaolu(13) y
Morentin(10) – cinco inicial – Medina(0), Duinker(7), Lopez(13), Nguema(4),
Lorenzo(0), Hobbs(0)
Crónica:clubmelillabaloncesto.es
CLUB OURENSE BALONCESTO – PALENCIA BALONCESTO (68-93)
El Palencia comenzó la
temporada con una contundente victoria en Ourense en un partido muy completo en
el que hizo gala de una notable efectividad, pasó como un ciclón y dejó muy
buenas sensaciones.
Comenzó el partido muy igualado, con alternancias
en ataque y equilibrio en el marcador, mínimas ventajas y un Palencia que
aguantaba los envites locales. Se puso por delante el Palencia varias veces,
pero con rentas mínimas hasta que en la recta final del primer cuarto cogió distancia
gracias a su acierto ofensivo con Bravo y Forcada asumiendo protagonismo. El
Ourense se fue diluyendo y el Palencia lo aprovechó para alcanzar una renta de
11 puntos con los que cerró el primer cuarto.
Salió enrabietado el Ourense en el segundo pero su
triple inicial no intimidó a los palentinos, que respondieron con uno de Zamora
para mantener la hegemonía. Se entró en unos minutos de imprecisiones donde la
ansiedad de los locales era contrarrestada por la eficacia de los de Lezkano.
El juego era del Palencia, más compacto que un rival que solo respondía en
acciones aisladas, con Barbour como jugador determinante. Al Palencia no le
tembló el pulso y no bajó su ritmo ante las canastas de un Ourense cuyo técnico
pedía tiempo muerto a casi tres minutos del descanso, con los de Lezkano
mandando 32-45 (gracias a un 5-16, con dos triples de Bravo y Garrido) que
despejaba cualquier duda. Zamora y Garrido eran los mejores anotadores
palentinos.
McDermott y Tveidt añadieron dos nuevas canastas
en el primer minuto de la reanudación y un triple de Garrido puso 20 puntos de
diferencia y motivó un tiempo muerto gallego. No sirvió de nada porque el
Palencia seguía su implacable ejecución de un rival que se descomponía. Y otra
vez Garrido y Tveidt sumaban cinco puntos para desangrar a los locales (que
tiraban la toalla tras encajar un 0-12). El acierto de Garrido era notable y
una nueva canasta le erigía en el verdugo de un Ourense sin respuesta. Cinco
puntos seguidos de Barbour fueron la tímida réplica de un Ourense que intentaba
que el marcador no fuera tan humillante, jugando un baloncesto atolondrado y
vertiginoso que no hacía más que acentuar sus errores. El Palencia, además, se
movía en unos registros estadísticos sobresalientes e invalidaba todo lo que
hacía su rival, que lograba bajar de los 20 puntos, hasta que un triple de
Fornas ponía otra vez la misma distancia. Barbour seguía haciendo su partido y
el estadounidense, individualista, resolvía casi todas las jugadas de ataque de
su equipo ante la apatía de sus compañeros.
El último cuarto resultó un trámite pero a pesar
de ello, cuando apenas había pasado un minuto y medio, el técnico del Ourense
solicitó un nuevo tiempo muerto. Nada cambió, salvo que el Palencia sólo jugaba
contra Barbour y el partido era un correcalles. El Palencia sostenía su
supremacía manteniendo su acierto y siendo tolerante con un Ourense que
maquilló sus estadísticas.
Crónica.diariopalentino.es
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